Prêt-à-porter

Cuando a final de año mi amigo Víctor mandó un mensaje de móvil de felicitación que decía que éste iba a ser el año de la suerte, del 7, pensé en mi otro amigo Sergio y su admirado Raúl. Pero me temía que no iban por ahí los tiros, tal y como raja V del siete madridista, con o sin razón, que yo ahí no voy a entrar ahora. El año del 7, de 2007, un número que para algunos da mucha suerte y se acogen a él para cualquier apuesta.

Pero varios meses después me volví a acordar de ese SMS. El 7-7-2007 es un día señalado. Es San Fermín, el patrón de Navarra; se eligen las Siete Maravillas del Mundo Moderno -u otro nombre parecido, pues las del Mundo Antiguo estarán siempre ahí-; era la fecha inicial del lanzamiento del séptimo y último libro de Harry Potter -ahora es el día 24 de julio-; Maná toca en el estadio de la Rosaleda de Málaga... y la graduación de la promoción de estudiantes de Periodismo de la Universalidad de Málaga 2003-2007. Pues sí que éste va a ser el año del 7, Víctor...

Esta mañana en la playita me he encontrado con 2 amigas de bachiller (4 años ha), aunque también universitarias. Una de ellas estudia en mi facultad y también se gradúa el sábado. Iban acompañadas de otras dos amigas y todas tenían la preocupación de seguir buscando el vestido para ponerse esa tarde-noche. Luego he ido a mi facultad a mirar un par de cosas. He ido en plan verano total, con mi bañador aún mojado, camiseta, gafas de sol y bastante coloraito. Allí me he encontrado a otras cuatro compañeras de clase, que estaban montando el vídeo que se va a poner en la graduación. Un detallazo, por supuesto. No me han dejado ver nada, pero sí me han dicho que tampoco han ido a la playa aún ni nada, pues también liadas con sus vestidos y lo que se van a poner pasado mañana*. Cuántas preocupaciones, qué complicado se lo ponen las chicas para estas ocasiones. Y yo que me probé ayer 2 minutos una chaqueta de traje encima de la camisa, aunque iba con pantalones cortos. Una miradita en el espejo, un espejo que me reflejara de cintura para arriba -por los pantalones cortos- , un par de movimientos... no queda muy mal y ea, una cosa menos. Ya tengo mis zapatos de toda la vida, mi pantalón... Eso sí, corbata no. Sólo me la puse para alguna orla y no más. No es que me disgusten, es que no me puesto una en serio nunca. Para que cambiar ahora.

En fin, que quedan dos días para graduarme oficiosamente, pues hasta que tenga las notas y algún papel que lo certifique, nada de nada. El acto será en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga (foto) y la cena en el Hotel Puerta Málaga. Nos han clavado un dineral, para qué negarlo, y a las cuatro cierran la barra libre. A mí me da igual, no bebo, pero una vez cerrada la barra, aquello puede acabar en desbandada general. Y acabar a las cinco de la mañana, es incluso pronto para poner fin a una fiesta así, que quiera uno que no, será la última vez que vea a determinadas personas, o hable con ellas o coincida en un mismo sitio...

No, no hay pena ni tristeza ni nada de eso. Al contrario, tengo ganas, como todos estos meses atrás, ilusión por acabar, sabiendo que seguiré viendo a quien de verdad tenga que ver. Tampoco hay nervios por la graduación, como sí me han comentado algunas niñas que tienen, sobre todo a la hora de recoger lo que nos den. Hay miedo escénico, y no es porque vayamos al Bernabéu, sino por caerse con los tacones y el vestido a la hora de subir al escenario. "Tú tranquila, eso no va a pasar. Y si te caes, pues no reímos... contigo, claro."

*Dar las gracias a todos los compañeros de clase que se han encargado desinteresadamente de cualquier cosa en la preparación del acto de graduación y la cena de después. Buscar el sitio, el hotel, los precios, los pagos, la música, las invitaciones, los vídeos, las fotos y los micrófonos!!

Ha sido una mañana iniciada con Coldplay, viendo un par de videoclips para los que Chris Martin ha tenido que cantar al revés y al doblle de rápido, y que ha acabado ese momento musical, viendo un vídeo de un cómico inglés parodiando el estilo y los vídeos del grupo.

Mitch Benn and the Distraction - Everything sounds like Coldplay now.