Dentro de unos minutos voy con mi madre al veterinario para, con toda seguridad, despedirme de mi perra Desi para siempre. Desde hace tres días está mal, muy mal. Empezó con una especie de parálisis en las patas traseras que le impedían andar con normalidad; luego le costaba ponerse en pie, pero de tantas ganas que le ponía, se levantaba finalmente. Poco a poco ya no solo le costaba levantarse, sino incluso tumbarse. Hoy se ha mal arrastrado para tratar de vomitar fuera de su manta y sin mi ayuda, no habria podido hacerlo o se habría vomitado encima.
Se le puede coger, arrastrar, levantar, mover las patas o cogerle el rabo que no se queja ni ladra ni gruñe. Casi no responde a ninguna llamada de nadie. Ni siquiera le lloran los ojos, pues no tiene humeda esa parte de la cara que tanto se mojaba cuando se ponía debajo de la mesa a pedir comida. Al menos no parece que esté sufriendo.
Hace dos días que todos sabemos que la Desi se muere. Durante estos días, cada vez que salía de cas o me acostaba, deseaba que a la mañana siguiente ya se hubiera ido, tranquila y durmiendo en su mantita. No hubiera estado tan mal.
Adiós Desi
Actualización. Nos fuimos cuatro, volvimos tres.
miércoles, diciembre 26, 2007
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2 comentarios:
Lo siento de verdad tio, a las mascotas se las quiere como una más de la familia y se sufre también por ellas. Espero que no sufra
Lo siento mucho fran. La Desi ha formado parte de nuestra amistad de casi 7 años y es una gran perdida. Te acompaño en el sentimiento, ahora toca ser fuerte y recordar los buenos momentos con ella.
un abrazo amigo.
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