Es la primera semifinal de la Final Four que se disputa este año en Atenas. Llegamos sin Daniel Santiago, uno de los jugadores más resolutivos del equipo, con Marcus Brown aún entrando en la dinámica del equipo después de muchos meses lesionado y llegamos también en el puede que no mejor momento de juego, sobre todo en cuanto a regularidad. Este años hemos sido capaz de todo lo mejor y todo lo peor. Hemos perdido dos semanas consecutivas contra el colista de la ACB (Valladolid y Menorca) y hemos llegado por primera vez a los cuartos de final de la Final Four; hemos derrotado al Barça en una extraordinaria eliminatoria por parte de ambos equipos, y ahora jugamos la semifinal contra el actual campeón de Europa, el CSKA de Moscú.
Los aficionados y seguidores del Unicaja vamos a ver el partido de esta tarde con nervios, con esperanzas de ganar, pero sobre todo con ilusión y con agradecimiento a estos tíos por habernos hecho disfrutar tanto en la competición europea este año, el año pasado, el anterior... por hacernos disfrutar del buen basket las temporadas que ganamos la Copa del Rey y la Liga ACB y todas las anteriores... La verdad que la afición del Unicaja merece esto e incluso más, si es posible. Y a eso van los jugadores y el entrenador esta tarde: a intentar darle un poco más a nuestra gente.
Perderemos por un punto, de paliza, injustamente, merecidamente, o todo lo contrario. Pero lo vamos a pasar en grande. Gloria a este equipo y gloria a sus seguidores.
I feel Devotion!
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