Feria 2007: Apuntes varios

Si algo se parece mi feria de este año a la del año pasado, es que sólo me he dado un simple vueltecita por la zona de los cacharros. Principalmente para ver todas aquellas atracciones en las que creo que no me montaré jamás, que son casi todas. Yo me quedé en los coches choques y listo.

Así que todo el tiempo lo he pasado junto a los amigos en las casetas escuchando música y bailando. La Marquesa, Andén, y La Sala han sido las casetas en las que hemos repetido visita más de una noche, aunque también han gozado de nuestra presencia La Alegría, El Bulerito o la Catedral. Luego en el centro hemos visitado y bailado en El Choco-late, la Dolce Vita y en el Capote (donde el chico de “relaciones públicas” del lugar nos vendió la moto con los tickets para entrar y pagar menos).

Mención especial voy a hacer a dos casetas. La primera, La caseta de la Federación Malagueña de Peñas: agradezco que nos dejaran entrar (por enchufe, como todo el mundo que entra allí) y nos sirvieran bebida y algo de comida gratuitamente, pero menudo sitio más aburrido. Sin música, lleno de gente mayor (no tengo nada en contra, los que sobrábamos éramos nosotros), aburrido [ya lo dicho creo, pero insisto…]. A mí me recordó a una biblioteca, lugar ésos en los que no me siento cómodo por el excesivo silencio y tranquilidad. Y en cierto modo, la caseta de la Federación era la biblioteca de la feria, aunque admito la frase de Miki: “A qué bibliotecas vas tú, Fran, que te pongan comida y bebida gratis!?!?!”. Que no, que no me gustó nada y ya lo hice saber a la salida, le medio molestase a quien molestase. Es más, fui el primero que se levantó de la silla cuando estaban pensando en servirnos otra ronda de bebidas… nooor!
Estuvimos allí, cumplimos y fuera, como esas visitas que se hacen a algunos familiares sin ganas y que esperas que acabe antes de empezar.
La segunda caseta que menciono de forma especial es la caseta del Sindicato de Estudiantes, lugar particular donde lo haya y de visita casi obligada. Con música de Extremoduro y Mago de Oz, en esta caseta se puede encontrar la mayor variedad de personalidades por metro cuadrado de Málaga, acompañados por supuestos de sus accesorios a juegos: peinados, ropa, collares, pulseras, calzado… Yo creo que allí van algunos chicos acompañados de sus padres y nada más entrar les dicen: “Veis como yo no soy raro?” Con cariño mando un saludo a todos aquellos que han encontrado ya su personalidad, a los que están buscándola, a los que no saben qué son y a los que han cambiado más de personalidad que de calcetines en el último año.

Una vez dentro de las casetas, qué encontramos? Además de gente, mucha gente y más gente (salvo en la caseta de la Federación se al [tengo jurada, lo siento)], se encuentra con música. Normalmente es la misma música, las mismas canciones. Se podría hacer, así a bote pronto, un playlist de la música de las casetas feria que no es más que la música de las discotecas del centro o de cualquier lado. A ver… Shakira, Fito, Pereza, El canto del loco, Black Eyed Peas, Maná… eso como canciones generales. Luego están las que dependen de la sesión o un estilo concreto de música, como la latina con Ricky Martin, Marc Anthony, Orishas, etc. etc.; o el house. Y luego estaban las canciones “particulares” y tradicionales, como YMCA, Aquí no hay playa (me acordé de ti Pablo :P), alguna de Hombres G, el LaLaLa (canción que se torna en himno cuando suena y es cantada por diez mil personas en el Martín Carpena), Michael Jackson, El Fary, James Brown y muchas otras que hicieron que pusiéramos caras raras cuando descubríamos cuáles eran, aunque luego las bailásemos y cantásemos igualmente, demostrando que serán malas, pero lo peor es que nos las sabemos.
La gran mayoría de las canciones que suenan no las tengo en mi playlist de winamp, pues creo que hace tiempo pensé en considerarlas como canciones de discoteca, lo que no significa que no me gusten. Algunas me gustan mucho, tanto que no me extraña que tenga ahora la garganta como la tengo de entre otras cosas, no sólo de gritar el “Oh oh oh oooh” de Maná, de gritar la parte final de “por la boca vive el pez” de Fito, o de gritar el estribillo de “Princesas” de Pereza.


Si algo me ha salido esta feria es económica. Creo que no me he gastado más que 5.20euros tanto en el real como en el centro, y en ese dinero incluyo un ticket de autobús de vuelta a casa (1.20!) y un euro de contribución para pagar el parking en el centro. Es lo que tiene no beber o beber sólo Coca-Cola (y el final del cubata del Leandro), que es más barato que los seis o siete euros que cuesta cualquier otra cosa en la Feria. Tampoco me he inflado de beber, pero salvo una noche, el resto me servido de las “sobras” de botellas de Coca-Cola de los cubatitas mis amigos, porque mi hermano se los pedía con Red Bull…

Por otro lado, la feria me ha salido cara de salud. Según la Doctora Quinn reencarnada en mi madre, por mi tos, mi dolor de garganta y mi “dulce” voz, tengo faringitis, o principio de faringitis o mediados o algo de eso. Esta noche no he dormido casi, doliéndome la garganta cada vez que trago saliva y con una tosesita mu maja. La noche del lunes al martes casi no pegué ojo, y el martes me pasé todo el día con sueño, para ver si a la noche si noche caía rendido directamente y dormía más. La culpa, pues además de cantar y gritar, hay que sumarle los aires acondicionaos de los establecimientos, el polvo del suelo de la feria, el tabaco (fumador pasivo extremo), y la propia juerga y el no parar. Sumado todo a mi alergia cuasi crónica y a poder coger cualquier catarrillo por ahí… así estoy, que no me apetece salir de casa en al menos dos días. A ver si lo puedo mantener…