Al final, y llamémosle diplomacia u otro Sarkozysmo más, España estará en la cumbre mundial del G-20 que se reunirá en Estados Unidos en los próximos días para buscar soluciones a la crisis financiera y tratar de reconfigurar el sistema con normas y reglas de juego que eviten en el futuro otra crisis como la que aún no hemos pasado y que no lo haremos hasta dentro de unos años.
Ha costado mucho al Gobierno español poder ocupar la silla que nos deja el presidente de Francia. Esto debería hacer reflexionar a los políticos sobre la verdadera posición de España en el mundo en cuanto a nuestra economía y saber si estar en el grupo de países que se encuentran entre las grandes potencias del mundo y las emergentes nos sirve de verdad de algo. Hacernos creer que somos más que otros países, los emergentes, ha hecho que casi no pintemos nada en el mundo, algo que, quizás, sea la verdad de esta España actual.
Ahora, de casi no pintar nada, Zapatero tendrá mucha responsabilidad en esa cumbre, pues está obligado a decir algo de importancia, que para eso hemos dado tanto la brasa con querer ir. Aunque la invitación haya sido indirecta, al menos Zapatero también podrá vestir la siguiente camiseta:
Conozco a un tocayo mío que también podría llevar esta camiseta, aunque en la espalda llevaría un segundo mensaje, porque él es así, es verídico y hay testigos xD
sábado, noviembre 08, 2008
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