domingo, diciembre 31, 2006

Blog del Centenario. Centenario del Blog

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miércoles, diciembre 27, 2006

Links muertos por meteoritos

Escribo hoy porque mañana es 28 de diciembre y a ver si alguien no va a creer lo que le pueda contar de tres cosillas.

Una: links. Es curioso como los medios de comunicación en Internet crean sus archivos y links de noticias. Suele haber dos tipos de links de las noticias y demás webs de los medios digitales: los que tienen multitud de números y los que incluyen palabras clave.
Del primer tipo estarían medios como el NYTimes.com o Elmundo.es: http://www.elmundo.es/elmundo/2005-
/11/22/ciencia/1132689786.html

Aquí viene la fecha de la noticia y un número que supongo que será el correspondiente al archivo del medio. Con el link únicamente no podemos saber nada más que es una noticia de la sección de ciencia del 22 de noviembre de 2005.
Del segundo grupo tenemos a medios como Elpais.com o 20minutos.es:
http://www.20minutos.es/noticia/168907/0/asteroide/impacto/tierra/
Con tan sólo ver el link ya casi sabes del todo de qué va la noticia: “asteroide, impacto, tierra”… quizás vaya de un asteroide que puede hacer impacto o ya lo ha hecho contra la Tierra… No hay emoción de clicar sobre el enlace, ya sabemos qué pasa y qué dice, es un gran resumen de la noticia y sin acceder a ella.
Hablo de esto porque hace un rato, mi amigo Antonio me dijo que antes de irme a cenar, que me iba, mirase al menos el titular de una noticia. Y me pasó este enlace:
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/misterio/momia/china/fumaba/marihuana/
elpepusoc/20061226elpepusoc_7/Tes “Misterio, momia, china, fumaba, marihuana”.
Nada más verlo ya supe qué noticia era porque la había leído un par de días antes en el 20minutos, cuyo link, por cierto, da menos detalles que el de El País. http://www.20minutos.es/noticia/185456/0/monia/marihuana/misterio/



Dos: concursos. La Sexta ha retirado el concurso de “El vídeo del millón de euros”. Lo han dejado sin declarar ningún ganador, inconcluso, para ser exactos, lo que a mucha gente le ha sentado mal y ha causado las protestas de varios sectores. Espero que no haya sido un truco para poder adueñarse de material videográfico de humor para después emitirlo en cualquier otro programa sin tener que pagar derechos a nadie. La verdad que la presentadora, a mí, no me hacía mucha gracia. Tan seca y monótona intentando hacer alguna gracia que era imposible que alguien la viera.
Otro concurso que sí espero que tenga un final feliz y un ganador claro es el que parece estar preparando La Sociedad Planetaria en relación al cometa, en este blog el ya famosísimo cometa, Apophis, del que se sabe que pasará ‘muy’ cerca de la Tierra y con posibilidades de llegar a impactar contra ella en el año 2029 o el 2036. La cuestión es dar 55.000 dólares al mejor “caza-asteroides”. El objetivo es saber con la máxima certeza posible si el asteroide chocará o no contra la Tierra en alguna de sus dos pasadas. Está bien estimular el estudio científico con estas formas, pero creo que sería mejor que hubiera mayor implicación de organismos superiores y con más fondos (que no más profesionales o más competentes) para una tarea de la que pueden depender muchísimas cosas en la Tierra, sin llegar a lo que pretender hacer la NASA. Por otro lado, creo que es un concurso con algo de trampa si nos ponemos en el peor de los casos, porque si uno llega todo seguro y demuestra que Apophis chocará contra la Tierra, ¿para qué van a darle el dinero?

En fin, esperemos que no impacte. Al menos no será tan grave como otros meteoritos que chocaron contra la Tierra y colaboraron, por ejemplo, a la extinción de los dinosaurios. Os dejo el enlace al texto del excelente libro Una breve historia de casi todo de Bill Bryson [no, no me pagan] perteneciente a un post anterior.
Y además, la maravillosa teoría del físico teórico Henry McMurray sobre una catástrofe así, extraído de una de las Secciones del Ortega que se emitía en el programa de radio de La Ventana de la Cadena SER.



Y tres: despedidas. Sé que es algo macabro, pero se suele decir que no hay dos sin tres y que cuando muere alguien conocido, suelen morirse dos personajes más relacionados con la actividad. Ha muerto Gerald Ford, ex-presidente de los Estados Unidos de América. Ford se suma a las desgraciadas muertes de otros dos políticos, esta vez españoles: Loyola de Palacio y Alfonso Perales, ambos altamente reconocidos por sus compañeros políticos por su trabajo y los esfuerzos que dedicaron a conseguir sus objetivos en nombre de España y Europa, en el primer caso, y en el de Andalucía, en el segundo. Se han ido dos políticos de verdad, de los que trabajan. Ahora pienso en muchos otros políticos que cada día salen en televisión, al contrario que De Palacio o Perales, y no sé si sus compañeros les alabarían de tal forma en el no deseado caso de su muerte. Porque aunque siempre en esos momentos se digan cosas buenas de los que no están, muchos de los que pienso no tienen prácticamente nada que les haga destacables y es una pena, por ellos y por la gente, que tenemos una remesa de representantes políticos que pocos echaríamos en falta. Aún así, mejor que se retirasen voluntariamente, sería una de las pocas cosas honradas que harían en sus carreras, seguro.

En cuanto a Ford, es algo triste de mi parte, pero lo recuerdo más por el capítulo de Los Simpsons en el que salió, al final y entablando una rápida amistad con Homer, tras el paso del matrimonio Bush por el vecindario. Por supuesto que en el 20minutos viene la noticia, ésta incluso no haría falta pinchar en ella: con sólo leer el link vamos sobrados de información: http://www.20minutos.es/noticia/186101/0/muere/gerald/ford/
Aunque para más datos sin acceder a la noticia, nuevamente Elpais.com:
http://www.elpais.com/articulo/internacional/Muere/93/anos/ex/presidente/EE/UU/
Gerald/Ford/elpepuint/20061227elpepuint_4/Tes (Muere, 93, anos, ex, presidente, EEUU, Gerald, Ford) Impresionante.


En recuerdo de James Brown

domingo, diciembre 24, 2006

Feliz Navidad

Si hace mes y medio hablaba de Stephen Wiltshire, un genio del dibujo, hace pocos días me llegó una presentación PowerPoint sobre otro artista inglés, Julian Beever. Otro genio, esta vez del anamorfismo, una ilusión óptica que hace que según el punto de visión del observador, un dibujo en dos dimensiones se vea como 3-D. Tiene muchas de sus obras en las calles de Inglaterra y realmente son fabulosas. En su página web vienen muchos de sus dibujos, anamorfistas (si existe la palabra) y retratos. Fabulosos todos. Lástima que todo lo bueno que es Beever en sus dibujos es de simple su web. Ya podían haberle ayudado y que hubiera hecho una mejor… en fin. Un artista e lo suyo.

Bueno, este era un post más que nada para desear a todo el mundo y resto de él una Feliz Navidad, se crea o no, porque es tiempo de vacaciones y de pasar con la familia y amigo estos días. Una excusa para celebrar que tamos todos y para recordar a los que siempre estarán en nosotros.


viernes, diciembre 22, 2006

Es cierto, al menos tenemos salud y médicos de la Seguridad Social

Otros años me he visto con 10-15 números de lotería de Navidad, comprados por mis padres o hermanos, mirando en Internet si había tocado algo, pero este año no he mirado ni uno sólo, pero este año no. Y el único que he jugado, un número comprado entre los cuatro becarios de la tarde, tampoco ha tocado nada, ni el reintegro ni nada de nada. Tampoco una participación que compramos una amiga y yo a unas niñas para financiar un viaje en el colegio y que era según el primer premio del sorteo de la ONCE de ayer día 21. Así que ni millones de euros ni cesta de Navidad. Como siempre.

“Al menos, achís, tenemos salud”. Lo habré puesto hoy unas 7 veces por MSN. Lo bueno es que es verdad, esta temporada, tras el verano, voy esquivando con éxito todas las gripes y resfriados de la gente que me rodea y con quien me junto. Algún dolor de cabeza momentáneo, algo de moqueo de nariz, pero nada que no me haya quitado para el día siguiente con un par de StopCold.

Era el día normal en el que los informativos hablaban sin parar del reparto de premios y dinero en España, lo de siempre que no le toca a uno. Creo que el año pasado ya escribí algo de esto, así que no me repito más, lo leéis y me lo ahorro.
Con lo que me quedo del informativo que siempre veo, el de Cuatro porque es el único que podía ver algo antes de irme a trabajar, es con el presentador Javier Ruiz. Es un crack, es un máquina, es una revelación en los informativos y en la televisión; es una voz nueva, un tono distinto, es… es seguro uno de los próximos premios Ondas. Sin duda.
A mi me encanta. Me gustaba escucharlo dando la información económica en la SER, explicaba muy bien y enganchaba. Y en televisión es un máquina, con esas pausas que hace y cómo da, sobre todo, las noticias chorras y tono chorra.
Recuerdo cuando en titulares, dio la noticia de un estudio de esos estúpidos, encuestas absurdas con datos inútiles. Javier Ruiz al acabar de dar el titular y la entrada de la noticia, antes de acabarla dijo algo así como: “Dicen que si Bill Gates entrase en un bar, serían todos los clientes multimillonarios. Pues para eso mismo sirve este estudio presentado hoy: para nada”.

Hoy se estaba cuasi descojonando tras acabar de ver a la gente feliz porque les había tocado la lotería. “Es usted feliz hoy? Lo ha tocado en la lotería unos cuantos millones?. Pues quien más contento está hoy es Hacienda [todo esto medio riéndose], porque Hacienda gana hoy, sólo hoy, unos 660 millones de euros. Al que le ha tocado la lotería de verdad es a Solbes…”. De este tipo y muchas mejores ha tenido decenas y decenas desde que empezó. Y con los ‘Manolos’ igual, el ratillo que hablan entre los tres antes y después de los deportes tampoco suele tener desperdicio. Vamos, que yo me lo paso genial escuchando las noticias de las 14:30 en Cuatro·, independientemente del sesgo, politización o interés de los contenidos, que como en todo, lo hay.

miércoles, diciembre 20, 2006

Edicosma y una breve historia de Navidad

Han sido seis meses. Desde el 20 de junio al 20 de diciembre de 2006, hoy. Han pasado muchas cosas, algunas importantes, otras muy importantes, otras inolvidables y algunas otras que no han hecho nada más que acabar de empezar. El trabajo que he hecho ha sido algo monótono, no demasiado creativo y otras cosas menos buenas que no diré. [La anterior frase es un eufemismo en sí misma y está muy rebajada]. Pero tengo la costumbre de ver y quedarme con las cosas buenas de lo que me sucede a mí o a los demás. Y no son los 300 euros mensuales, que también. Es la gente, como siempre, lo más importante.

En un principio, quizás los dos primeros meses o incluso tres, no había mucho trato entre los trabajadores del departamento. Los becarios y los fijos estábamos distanciados en ese sentido. Poco a poco, de forma normal, el trato se hacía mayor y teníamos nuestras charlas y bromas entre todos. Pero tampoco demasiado compañerismo: y eso al final, en los últimos dos meses o mes y medio. Las últimas dos o tres semanas ya sí fue distinto. Se veía el final y como suele pasar, descubres a la gente al final, cuando hay poco tiempo para estar con ellos y profundizar más. En ese sentido, de trato, han sino unas últimas semanas muy buenas. Los becarios hicimos una merienda en el departamento, nos fuimos de cena oficiosa de empresa y luego de marcha (que ya contaré otro día).
Eso, en cuanto al trato de los becarios con los fijos. Porque el trato entre becarios ha tenido una progresión fabulosamente positiva desde el principio, que también fueron relativamente fríos, aunque por poco tiempo. Estar cada día cinco horas diarias juntos, es lo que tiene. Todos jóvenes, casi de la misma edad, misma facultad, muchas cosas en común y para hablar. Como dice mi amiga Silvia en su fotoblog, “una pena que se acabe esto cuando empezábamos a entendernos, cuando empezaba a surgir el cariño”. En el ultimo mes y medio hemos salido varias veces por la noche, hemos quedado varias veces, y hemos tenido dos ediciones de las ICO’s Party. Mañana es la tercera. Y la semana que viene habrá otra. Y seguiremos saliendo juntos, quedaremos, nos veremos, hablaremos…

En los dos veranos que trabajé en los almacenes Mayoral, si de algo puedo presumir es que de los quizás 100 o más chicos que había allí, con muchos los veré algún día en algún sitio y podré saludarlos y ellos me saludarán. Igual con los jefes. Este verano, en una noche inolvidable por otra cosa, vi a uno de los jefes del Mayoral un año después de haber acabado (el verano anterior). Y me saludó, estuvimos hablando un rato, preguntándonos de “nuestras cosas”… así da gusto irse de un sitio. Y así también me he ido de estas prácticas: sabiendo que hay unas 15-20 personas más a las que si un día veo en otro sitio, nos saludaremos cordialmente, sin problemas. A todas esas personas de los distintos trabajos que he estado, sumo a muchísimos compañeros de clase en el colegio, en el instituto, en la universidad… No debo quejarme; no puedo.


Durante los seis meses, mis compañeros y yo hemos tenido una acompañante peculiar. La oficina es parte de un edificio contiguo a un patio, donde hay, creo, uno o dos portales y encima el bloque de edificios. Tras los ventanales del departamento hay unas rejas, para no entrar ni salir a ese patio. A través de esos cristales hemos visto, ya digo, casi cada día, a una niña jugando con todo lo que encontraba en el patio: un palo, unos patines, unos cartones, una bicicleta, con otros niños… Han gritado, se les ha caído un avión desde lo alto del edificio –por supuesto no siguió funcionando, aunque se le encendían algunas luces, evidentemente, las de emergencia-. Y como los becarios estábamos al lado, pegados a los ventanales, siempre estábamos mirándola. Éramos todos, pero yo sobre todo estaba encantado de ver cómo la niña jugaba y se divertía sin necesidad de muchos juguetes, con imaginación. A veces era algo pesadita e, incluso, asustaba el día aquel que “dominó” el uso de un palo, como karate girl, montada en los patines. Era un peligro rodante… Pero ahí ha estado todos los días, los de más calor en verano y los de más lluvia en el otoño. Y con otros niños unos días y con una niña más el ultimo mes. Siempre juntas, sin parar de jugar durante toda la tarde.

Hoy, a falta de una hora y media para acabar las prácticas, 6.45 más o menos, ha empezado a darle golpecitos al cristal y a ocultarse bajo la pared que queda entre la ventana y el suelo. Estaba yo sólo y dos compañeros fijos más. Tenían ganas de jugar y yo miraba a otro sitio y cuando golpeaban me giraba rápido a ver si las pillaba y se iban corriendo y riendo. Era la última tarde, así que abrí una las ventanas y las saludé y les dije que me iba. Que mañana ya no iba a estar aquí. Y ya nos hemos puesto a hablar. Qué hacemos con tantos ordenadores en el departamento, dónde estaban mis compañeras, dónde estaba el jefe… Y yo respondiéndoles y explicándoles lo que preguntaban. Que nosotros metemos las noticias que luego ellas pueden ver en Internet, que mis compañeras ya se fueron la semana pasada, que los jefes no suelen quedarse tan tarde…
Contándome sus juegos, que si se llaman Tania y Yihan, que tienen 8 y 9 años, una tiene novio y la otra no quiere que la amiga lo diga, cosas del colegio, de la Navidad… De repente, se ponen a cuchichear y se van corriendo. Yo he empezado a ir borrando archivos de mi presencia en la empresa y me iba girando a ver si estaban. En uno de mis giros las he visto y cuando me han visto se han vuelto. Me dio tiempo a ver que tenía una especie de muñeco entre las manos aunque lo escondió rápidamente. Capté la idea y me volví nuevamente hacia el ordenador. Cuando me avisaron me volví a acercar a la ventana y me preguntaron: -“tú que quieres para Navidad?” Me quedé sorprendido y pensando “me van a regalar algo?”. Y como insistieron, dije: -“mmm no sé, un peluche me gustaría mucho”. Y bingo, tenían un peluche de un leoncito que me han regalado. -“A los que nos caen bien les regalamos cosas y además es Navidad”. -“Es para mí y para mis compañeras también, vale?”. -“No, no, sólo para ti”. -“No, para ellas también que se han divertido mucho viéndoos jugar tanto como yo”. -“Vale, para ellas también, pero te lo quedas tú”. Tremendo.
Luego se ha ido Tania corriendo y me ha traído un libro de Jurassik Park, de los que podrían venir con la película cuando se estrenó o la sacaron en VHS. Me la regalaron también porque “son muchas páginas y no las voy a leer todas”. Son unas 60 páginas de libro con muchísimas fotografías, dibujos y fotogramas de la película. Ni intenté recomendarles el libro de 600 páginas que estoy leyendo últimamente.
Eran las 7.15 y allí seguíamos hablando. En ése momento entró mi jefa. Cuando la vi viniendo hacia mí y viendo la cara de sorprendida que tenía al verme hablando con las niñas, empecé en voz alta a decirles a ellas: -“y esta es mi jefa, que seguro que ahora me regañará por hablar con vosotras porque dice que no trabajamos mucho”. –“Yo??!?!!” con más cara de sorprendida la jefa, “pero si venía a decirte que ya te puedes ir cuado quieras, es el último día y no tienes que quedarte hasta el final”. “-Ah vale, ahora recojo, acabo de hablar con ellas y me voy. Cogeré el tren de antes al menos”. Las niñas desaparecieron y de repente vuelven y dicen -“toma, para tu jefa”. Era un osito que casi no cabía por las rejas y una especie de pendientes. –“toma jefa, para usted. Anda que podrías haberte venido antes y tendrías más regalos”. –“eso voy a tener que hacer… Bueno, que te puedes ir”. Y la que se fue fue ella [repetición de palabra gramaticalmente correcta, molt].

Y seguimos hablando, y otra vez cuchichearon y se fueron corriendo diciendo que no me fuera. Y me trajeron un gorrito de Papá Noel... sí me lo puse. Con tanto regalo de su parte, quería darles algo a ellas, pero no veía más que clips, post its, folios y bolígrafos. Además, de adornos navideños estábamos escasos, pero me acordé de uno que estaba sobre la torre del pc de ICO y lo cogí. Un muñequito de nieve, con nariz de zanahoria, un jersey morado y un gorrito de rayas horizontales verdes y blancas. –“para vosotros, me gustaría daros algo más o por lo menos a cada una, pero aquí no tengo muchas más cosas. Venga, ponedle nombre ahora.” –“Pitufo” –“Pitufo de Navidad”.
Entre una cosa y otra eran las 7.30… y familiares de las niñas pasaban por el patio yendo y viviendo, desde la calle a su casa o vicervesa. Un poco incómodo verlos pasar y ellas hablando con ellos mientras estaba yo en la ventana. No hicieron mucho caso, el justo caso que se le hace a alguien desconocido que te saluda tras unos barrotes con un mono gorrito de Papá Noel en la cabeza… … …

Y volvieron a irse y a traerme otro tercer peluche, esta vez una especie de mono con los brazos horizontalmente como formando una rosquilla: abrazando algo gordo que evidentemente no tenía. -“Éste lo voy a dejar aquí en la oficina. Le voy a decir a un amigo que lo cuelgue donde estaba antes el ‘Pitufo de Navidad’, para que podáis verlo cuando paséis por el patio.” Ellas encantadas. 7.40 y seguíamos allí hablando, contando cosas de niños y como sólo lo cuentan los niños. Genial. Yo prácticamente escuchaba. No paraban, mil cosas que contar.
Cuando les dije que ya mismo me iba, se volvieron a ir. Tardaron un par de minutos y me trajeron un muñequito de adorno de los árboles de navidad, pequeñito, una campanita también de adorno. También tenían un folio con algo escrito. -“Toma, para ti”. El papel ponía y pone: ‘Feliz navidad nos a gustado como te has portado con nosotras. Tania y Yihan.’ Y luego garabatos en forma de firma. Yo hice lo propio, cogí un folio y les puse: ‘Feliz Navidad Tania y Yihan!! Nos ha gustado mucho veros jugar cada día. Un saludo de vuestros amigos Fran, Silvia, Esther y Jessika’. Y un garabato de firma mía. Se lo he dado. –“Toma Tania, guárdalo en el cajón de las cosas secretas”. Y corriendo ha ido a hacerlo.

Ya quedaba poco para las 8. –“Me voy ya mismo, que me dejan solo aquí”. –“Espera, que te tenemos que enseñar el baile suyo, el mío y el de las dos”. Y baile, lo que se dice baile no era, pero sus piruetillas y volteretillas si las daban cada una. Pero ahí estaban ellas emocionadas. Y me iba. –“Si volvemos aquí, lo haremos por la tarde para ver si estáis y saludaros todos”. –“Vale, aquí estaremos, siempre lo estamos”. Y siempre lo han estado durante estos seis meses: jugando, con sol o con lluvia, solas o acompañadas. Y nosotros, tras los ventanales viéndolas divertirse, cómo nos gustaba a nosotros de pequeño hacerlo, con nuestros amigos y sin necesidad de ordenadores ni consolas ni grandes juguetes. Éramos niños de una generación sin electrónica. Fantásticos tiempos.

Hay que ver con qué poquito se puede alegrar tanto un día. Qué pena crecer.

martes, diciembre 19, 2006

Inmemorial

Más de una vez me quejo de mi mala memoria. Sobre todo me molesta que me acuerde de cosas inútiles y no recuerde luego algunas muy importantes. Ahora mismo no pienso mirar si ya he dicho esto así antes, si ya escribí de esto, pero no me extrañaría.

Siempre he pensado que debería tener una agenda, pero cuando la he tenido han acabado los años totalmente en blanco. Ni siquiera el primer día apunto cosas, ni para quedar bien, ni el cumpleaños de quien me la ha regalado o algo así. Nada. En fin, no lo he hecho nunca y cambiar va a estar complicado. Por suerte no he tenido muchos problemas de coincidencia de días y horas para dos o más cosas, pero en cualquier momento me pasará.

Hay tantas veces a lo largo del día que pienso eso de “tengo que apuntarlo” que ya incluso tenía una mini-lista mental de cosas que hacer para cuando acabe mis prácticas tenga las tardes más tiempo: que si escucharme discos de música; las cintas de cassette que tengo por ahí por si hay algo que merezca la pena recuperar; hacer un mix de la BSO de Star Wars¹; hacer un montaje con imágenes de “El Señor de los Anillos” que esté bien para el mix de la BSO que tengo y que tanto me gusta a mí y a más de uno, que yo sepa; ordenar papeles; ordenar mi cuarto (ja!); apuntar tareas diarias; etcétera.
Es un etcétera de “y no recuerdo más” porque sé que había más, pero como no las apunté…
En fin intentaré cambiar para el año que viene, como un propósito de año nuevo que espero cumplir. Supongo que será primero apuntando los cumpleaños, los eventos más importantes que haya o que vaya a ir o me interesen; luego tareas ha hacer dentro de un tiempo y tener presente; más tarde tareas diarias; luego cosas que se me ocurren espontáneamente que podría hacer; hasta apuntar todo lo que pueda. Llevará su tiempo y costumbre de hacerlo, pero merece la pena seguro.

Para ello creo que voy a usar el Google Calendar, que es muy manejable y sencillito. Tengo que descubrir más cosas de él, pero me ha gustado el par de veces que lo he visto. Además, como miro cada dos por tres mi correo Gmail y se puede acceder desde él, cogeré rutinas para mirar y anotar las cosas. De eso se trata, de rutinas, de costumbres. El hombre es un ser de costumbres, incluso es costumbre no hacer lo que los demás hacen por costumbre.

Bien, mi mala memoria iba a ser una mera introducción para hablar de otras cosas, pero ya voy por una página de Word y lo dejo aquí, para poder comentar más cosas otro día que, esta vez sí, tengo ligeramente apuntadas para comentarlas.


Notas a Pie de Post (NPP):
¹ Por qué se llamó “La guerra de las galaxias” si en realidad sería “Las guerras de la galaxia”?. Indudablemente es mejor como está, además de que la costumbre de conocerlo así lo hace más familiar que la segunda traducción, pero para dos palabras que tiene la película… cual Die Hard
² Dadle algo de volumen al vídeo...

lunes, diciembre 11, 2006

National Bas-ket-ball Association

En todos los diarios, radios y televisiones españoles destacan el partido de la NBA disputado este pasado fin de semana entre Portland Trail Blazers y los Toronto Raptors. En el parqué había, por primera vez en la historia, tres jugadores españoles: Sergio Rodríguez en Pórtland y José Manuel Calderón y Jorge Garbajosa en Toronto. María Escario, la presentadora de los deportes en el Telediario 2 de TVE resumía así el ‘sentir general’ de los medios: “si hace años nos hubieran dicho que tres españoles iban a disputar juntos un partido de NBA habríamos flipado.” Lo más seguro es que si nos hubieran dicho eso hace años sí habríamos flipado, pero hoy día, en la actualidad, no es ‘para tanto’.
Las cosas se pueden ver desde dos perspectivas. La primera es la que señala Escario, ver tres españoles en un partido de la NBA es flipante, debemos estar muy contentos con lo que está pasando. Lo estamos.
La segunda visión es la que más me gusta a mí y ‘defiendo’. Si les hubieran dicho a los aficionados de Toronto Raptors hace unos años que iban a tener en su plantilla el mismo año a dos campeones del mundo de baloncesto, habrían flipado. Y estoy seguro que flipan por verles jugar en su equipo.
Es un gusto para los españoles ver a tres de nuestros jugadores en un único partido de la NBA, pero no es menos importante destacar que los que vieron el partido en el estado de los Blazers tuvieron la enorme suerte de ver a nada más y nada menos que a tres campeones del mundo en la liga de baloncesto más espectacular del mundo.



miércoles, diciembre 06, 2006

Es verídico

Me pasa un amigo, cuya identidad ni otro tipo de dato voy a dar por ayudarle a conservar la poca dignidad que tiene, si es que a estas alturas de vida aún conserva alguna, un enlace del blog "inner, el pendejo trenológico", con el siguiente vídeo, que es parte de una serie documental de la, ni más ni menos, BBC, esa misma cadena de la que tengo una gran colección de documentales sobre el Unvierso, entre otros. Lo tomo como algo positivo sobre la televisión y la cultura. Aún así, no comments:


...
Actualizado a las pocas horas, temiendo que iban a borrar de los servidores de Youtube este vídeo. Voy a ver si lo encuentro en otro sitio y lo pongo, porque es verídico...

....
Reactualizado, Ya está listo para ver. Ahí va:

martes, diciembre 05, 2006

Ah, se siente!!

Después de ver, como cada día, el blog de Nacho Escolar, he visto que tenía en uno de sus posts el vídeo del intento de asesinato de Ronald Reagan en 1981. Tras ver el impresionante y terrorífico video [Youtube, 3min 50seg], he buscado algo más de información del presidente usamericano. En la entrada de la Wikipedia sobre Ronald Reagan, pone lo siguiente:
"Víctima de un fallido intento de asesinato el 30 de marzo de 1981, fue el único Presidente de los Estados Unidos alcanzado por una bala mientras ejercía su cargo y que haya sobrevivido."
Me ha chocado, o shockeado como dirían en Argentina, esa especie de “record” que le atribuyen a Reagan, como una característica más de su persona y mandato: …fue el único Presidente de los Estados Unidos alcanzado por una bala mientras ejercía su cargo y que haya sobrevivido.

El que lo haya escrito debe ser el fan nº 1 de Reagan, y sólo le ha faltado poner algo así como …fue el único Presidente de los Estados Unidos alcanzado por una bala mientras ejercía su cargo y que haya sobrevivido. Se siente Lincoln, Garfield, McKinley, y Kennedy!


No creo que la “proeza” de Reagan de …fue el único Presidente de los Estados Unidos alcanzado por una bala mientras ejercía su cargo y que haya sobrevivido, le haga figurar en el Libro Guinness de los Records, aunque en él haya records de todo tipo, a cada cuál más increíble, estúpido, raro y lamentable, para qué negarlo. Pero el que tampoco estará es Akira Haraguchi, un japonés que hace poco presuntamente batió el record de recitar decimales del número Π (pi). El pobre Akira recitó de memoria 100.000 decimales de este número durante 16 horas, pero le pasó aquello que muchas veces se dice de broma, o putada más bien.

Y ahora aparece un flashback sin transición alguna, de golpe, como los de Padre de Familia, y…

- Venga, ahora voy a realizar el intento de batir el récord de detener un tren de mercancías de 4 vagones y máquina locomotora con el dedo meñique. El anterior récord estaba en detener el tren durante 1 segundo. Yo lo haré durante 2 segundos. Yo estoy listo, venga, pon la cámara a grabar, Jimmy.

Ahí viene el tren, allá voy!!

Llega el tren con sus 4 vagones y locomotora, contacta con el meñique de nuestro amigo, se detiene el tren durante 2 segundos… 3 segundos!! Record conseguido! Y el tren continúa su camino arrollando a nuestro heroico recorman.

- Cúal dijiste que era el botón de Rec, el rojo, no?. Venga, estoy listo John. John! John? Jooohnn
Upps.
Fiuuuu fiuu fiu fiu [silbando] fiuu fiuu fiuu fiuuuu
Pues sí, eso le pasó al señor Haraguchi, del que ahora recuerdo una parodia de Gomaespuma sobre este tipo que fue impresionantemente buena [vía ver si la encuentro por algún sitio] [vaya, no está aún en la web de Gomaespuma]. Sigo: le pasó que no grabaron todo el momento, las 16 horas de recital numérico que se marcó Akira. Hay que ser mala gente para hacerle algo así a alguien, aunque sea japonés…

lunes, diciembre 04, 2006

Simplemente...

… irresistible (de titular la noticia así)


20minutos.es

Y rematado con esta declaración de George, donde dice que el animal “no será sustituido por otro ejemplar de la raza porcina. ¡Max cubrió todas mis necesidades de cerdo para siempre!".


… suficiente

“La cantidad de polonio 210 hallada en Litvinenko podría haberlo matado 100 veces.”
Digo yo que con una vez que le hubiera matado era bastante, vaya manera de tirar el dinero…



… desafortunado



... genial

“Ana Rosa no dejó escapar una oportunidad tan exquisita y entrevistó a Espe de tú a tú. Teniendo en cuenta que ninguna de las dos escribe sus libros, parecían condenadas a entenderse.”

Javier Pérez de Albéniz



... impresionante

sábado, diciembre 02, 2006

A pique

Seguro que al ver la foto sabéis quién es. El famoso chico alemán famoso por sus berrinches delante del ordenador, al parecer, a causa de una mala partida en el Unreal. A veces molesta mucho jugar al Unreal y ver que hay unos tipos, auténticos dioses que te matan sin que puedas hacer nada, pero no creo que sea para tanto. Menos mal que los teclados no suelen valor mucho dinero. Bueno, no todos.

Hay un teclado, o proyecto de teclado llamado ‘Optimus’. La pinta y utilidad de este teclado es muy buena, pero como dicen en Microsiervos [un weblog que ya incluso me está dando algo de fatiga recoger sus anotaciones para mis posts, aunque trate de “arreglarlo” mencionándolo y recomendándolo por activa, pasiva y subjuntiva], va camino de convertirse en un “vaporware”, kicir, un bluff (como me lo fue El Laberinto del Fauno), casi un bulo o una decepción mayúscula, vamos, con ‘bloq mayús’ activada.
El tecladito no es que fuera a ser muy asequible, 1200 euros, la idea quizás lo valga, aunque sea para el inicio. Es un teclado cuyas teclas están compuestas de pantallitas OLED, que se encienden y reflejan con iconitos las funciones que cada botón representa según el programa que se utilice, ya sea un juego o cualquier otro software.

Bueno, para más información de este teclado ya os dejo que miréis los posts de Microsiervos y la web de la empresa, que saben más que yo y lo dicen mejor.

De verdad, viendo las imágenes no quiero imaginarme al loco alemán aporreando ese teclado porque un personajillo del Unreal va a por él sin respiro. Aunque si lo hace, le pedimos todo el mundo, seguro, que vuelva a grabarse porque no tiene desperdicio cuando se pica.

Hablando de piques, hace tiempo que de verdad no me pico a un videojuego. Creo que por suerte, no sé. No tengo mucho tiempo para hacerlo y tampoco es que haya veces que lo considere lo mejor. A lo más que juego es al Worms Armageddon, un video juego de PC del año 1999, por lo menos, aunque jugando con relativa asiduidad lo hago desde… [a ver, echando cuentas… tengo PC desde 2001…] cuatro o cinco años muy perfectamente. Y como pique de verdad, desde el año pasado con mis amigos, con partidas auténticamente míticas. También jugamos un tiempo largo al Unreal, aunque mis enfados con el juego por esos semi-dioses que juegan y me mataban sin cesar no fueran tan bávaros. Luego las partidas típicas al Need for Speed, aunque por Internet no he jugado mucho. Age of Empires en sus inicios, Soul Reaver, los Tomb Raider… hay más pero tampoco muchos.

Últimamente me han querido convencer de jugar al Oblivion, que dicen que tiene unas 700 horas de juego [wow] y al World of Warcraft. Este último a través de una trampa consistente en un capítulo de South Park en el que los chavales de la serie tiene que salvar el mundo Warcraft de un tipo que, convertido en otro semi-dios, va a matando a todos los demás jugadores de este mundo virtual. El amigo del trabajo que me lo recomendó cayó en la trampa y tras ver el capítulo de dibujos no pudo evitar, acompañado de un amigo suyo, comprarse el juego, instalarlo y meterse en ese universo paralelo. Yo fui fuerte, resistí a la tentación de comprar el juego una vez vi el capítulo a través de Google Videos en tres partes (1, 2 y 3). En realidad, después de verlo, subtitulado por cierto, me entraron ganas de comprarlo, muchas, pero como me dije de verlo a las 12 de la noche, pues cuando acabé ya no había tiendas abiertas y yo tenía que acostarme. Así que lo que más recuerdo es que me levanté al día siguiente recordando que la noche anterior tenías muchas ganas de algo, pero nada más. Un gran triunfo, una gran historia, que creo que me ahorraré de contársela a mis nietos…



miércoles, noviembre 29, 2006

Por Frodo

A ver si me echáis una mano y me ayudáis a elegir el nombre que le pondré a mi próxima hija, hijo o… perro. Hay un pueblo en Burgos, Huerta del Rey, que ha entrado en el famoso Libro Guinness de los Records, sección Varios, por tener el mayor número de nombres ‘raros’ de un municipio. No me extraña viendo la lista. De estos escogeré alguno singular como Austringiliano, Aproniano, Baraquisio, Crescenciano, Ediltrudes, Epigmenio, Exuparencia, Ridícula (quizás vieron el miembro nada más nacer el bebé y se aventuraron a predecir su vida sexual futura), Filadelfo (el de los quesos), Fredesvinda, Gláfira, Hieronides, Ignacia (musa del grupo Nacha Pop), Leocricia, Leonilo (que no ‘leonino’ ), Luzmila, Mamerto, Marciana (la chica no fue reconocida por nadie y le atribuyeron este nombre), Medardo, Merenciana, Neferesto (Nefer-lo-otro, al pobre lo vuelven loco de aquí para allá), Nicanor, Onesiforo, Prilidiano, Procopio (a este niño le dijo su profesor que las cosas no había que estudiarlas de memoria, y respondió él: “si no estudio, pro copio”), Sandalio (cuidado y no le piséis), Sergia, Sindulfo, Trinorides (ahora bajo en calorías) o Virísima.
También hay otros nombres que yo creo son en realidad elementos no descubiertos de la tabla periódica, como Filogonio, Glicerio, Herón, Isacio, Lupicinio, Orolio, Petrolo, Troadio, Walfrido y Zenón.

Pero tras mirar la lista con una amiga del trabajo, está claro que mis favoritos son ‘Toptisa’ para chica y ‘Bungurdófor’ para chico. Este último no me digáis que no mola. Si parece que con ese nombre debes de ser de la dinastía de los reyes de Góndor, cuanto menos: Bungurdófor, de Góndor, hijo de… su padre y de su madre.

No sé que es peor, llamarse como se llaman esta gente de Huerta del Rey o los padres de esta gente que les pusieron esos nombres. En fin, que sean felices. No me extraña que pasen esas cosas en Burgos, sabiendo que allí está también el pueblo de "Villamudria" (coña personal...)


Me dice un amigo, por ese fantástico programa llamado Skype, que Britney Spears y Paris Hilton están haciendo muy buenas migas (no sé si también sopas perotas), y que ya se están intercambiado secretitos y consejos. Entre esos consejos, parece que Paris le ha debido decir algo para que los periodistas, con sus preguntas y ataques continuos y a la yugular, no vuelvan a pillar a la pobre Britney en bragas. Viendo de qué se trata el consejo, no creo que sea la mejor forma, pero al menos de así Britney se muestra tal y cómo es, mostrando todo lo que tiene a sus fanes. Por cierto, es curioso, pero en Google hicieron en su momento una recopilación las formas en que la gente escribía ‘Spears’ para buscar algo sobre la Britney y salen cosas de todo tipo.
Ya lo decía aquél: “Tienes al alcance de tus dedos la mayor suma de conocimientos de toda la humanidad y lo único que se te ocurre es buscar «Britney Spears»”.


No sé si Gallardón ve House o el doctor House ve a Gallardón, pero pocas veces un gesto tan borde y de ignorancia me ha gustado tanto como éste. Impagable la cara de Esperanza Aguirre. Bueno, impagable por ella seguro, porque como no llega a fin de mes...
Se dice que el mayor desprecio que puedes hacerle a alguien es ignorarlo. Fantástico. Bravo Gallardón, yo te votaría para que estuvieras en el ayuntamiento de Madrid toda la vida. Me encanta este hombre, cómo habla, cómo razona y cómo mete las puyas cuando quiere, un crack. Por cierto Alberto, gracias por las camisetas...


sábado, noviembre 25, 2006

Lo mejor es no caerse

Dicen que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Por si algún día tropezáis con alguna piedra que os haga caeros desde una altura considerable, ahí van 10 consejos que pueden que os salven la vida en esas situaciones. Sacada la traducción de la web de Microsiervos (blog de visita diaria obligatoria):

  1. 1. Intenta frenarte un poco, maximizando la superficie para crear más rozamiento. (Lo cual puede servirte de poco a menos que te hayas caído de un avión. Hay mucha física en el desafío a la ley de la gravedad.)

  2. Encuentra un buen lugar para caer. Cemento, tejados y superficies (ejem) «inflexibles» son malas. Nieve, agua, vegetación y árboles son menos malos. Si caes al agua, también buscar un buen ángulo de entrada, pues si a veces duele el pecho al caerse plano, hacerlo desde una altura considerable puede matarte, como si te estrellaras contra una pared de cemento (la tensión superficial del agua).

  3. Dirige un poco tu caída (en plan superman, literalmente). Sobre todo si caes desde un avión. El tiempo de caída puede estar entre 1 y 3 minutos, lo suficiente para poder “volar” hacia delante y recorrer un par de millas y caer en algún sitio menos ‘hostil’.

  4. Dobla las rodillas.

  5. Relájate (aunque puede resultar un poco dificilillo). Si estás muy tenso, los músculos no absorberán parte el impacto y sí lo harán los órganos internos en su totalidad.

  6. Cae con los pies por delante. Independientemente de la altura, los pies por delante. Cuanta menor sea la superficie, mayor energía absorberán pies y piernas y se llevarán lo peor del impacto. Y los dos pies al mismo tiempo. Por ‘fortuna’, el caer con los pies por delante es algo instintivo, así que ayuda a tu instinto a salvarte la vida.

  7. Y con los tobillos si es posible. Con los dedos apretados fuertemente.

  8. Protégete la cabeza. Usa los codos para proteger la mayor parte de la cabeza y posiciónalos de la mejor manera según veas que vas a impactar contra el suelo.

  9. Controla la orientación de tu cuerpo. Tras el impacto inicial lo mejor es intentar girar para caer de lado o de espaldas. La idea es distribuir las fuerzas. (Probablemente te rompas todos los huesos, pero la idea es sobrevivir).

  10. Consigue ayuda médica inmediatamente. (Hey, ¡gran idea!) La web original dice que si sobrevives a la caída, incluso puedes creerte que estás bien físicamente, con algo roto pero bien. Cuando quizás tengas lesiones internas que acaben por desangrarte y matarte. Por eso aunque te sientas bien, hay que ir al hospital.


La moraleja de la página original, según sigue el post de Microsiervos, es:

“La gente raras veces sobrevive a caídas de más de 30 metros, y la mortalidad también es bastante alta para caídas de incluso 8 ó 10 metros. Lo mejor es no caerse.”


Ea, ya sabéis todo lo necesario para intentar no mataros si os caéis de muy alto. Así podréis cumplir el dicho y volver a tropezar con la misma piedra la próxima vez. Suerte en vuestra próxima caída.



sábado, noviembre 18, 2006

Una breve historia de casi todo

‘Una breve historia de casi todo’, de Bill Bryson. Fantástico libro de divulgación científica. Científica o mejor dicho, de todo. Estoy deseando acabar de leer este libro de 600 páginas (edición de bolsillo RBA) para empezar nuevamente a leerlo, aprender más y sacar de él los mejores fragmentos e historias sobre científicos tan tímidos como Isaac Newton, que inventó el cálculo, un nuevo procedimiento de operaciones matemático, harto de los limitaciones de las matemáticas existentes; la cuestión es que por ser tan solitario y tímido no lo contó a nadie hasta veintisiete años después. Multitud de anécdotas sobre cómo los grandes científicos hicieron muchos de sus descubrimientos por casualidad; de conflictos entre ellos; colaboraciones; grandes fracasos… Pero también Bryson habla desde el universo hasta los elementos más básicos de la materia, los quarks. La composición de la Tierra, el espacio y el tiempo… Que la Estrella Polar podría haber explotado en cualquier momento de hace doscientos años hasta ahora y nosotros aún no lo sabríamos porque aún no nos habría llegado “la noticia”. Es Fascinante de de cabo a rabo, la verdad.
En uno de los capítulos del libro, se habla de qué y cómo pudieron desaparecer los dinosaurios. Los científicos que encontraron las pruebas y realizaron multitudes de hipótesis sobre la extinción. Por supuesto, está la posibilidad, casi segura, de que fue primordialmente causada por la caída de un meteorito en la península de Yucatán, México, hace 65 millones de años. Para hacernos una idea de cómo fue y cómo sería hoy un impacto similar de un meteorito contra la Tierra, Bill Bryson lo describe así:

Un asteroide o un cometa que viajase a velocidades cósmicas entraría en la atmósfera terrestre a tal velocidad que el aire no podría quitarse de en medio debajo de él y resultaría comprimido como en un bombín de bicicleta. Como sabe cualquiera que lo haya usado, el aire comprimido se calienta muy deprisa y la tem­peratura se elevaría debajo de él hasta llegar a unos 60.000 gra­dos kelvin o diez veces la temperatura de la superficie del Sol. En ese instante de la llegada del meteorito a la atmósfera, todo lo que estuviese en su trayectoria (personas, casas, fábricas, coches) se arrugaría y se esfumaría como papel de celofán puesto al fuego.
Un segundo después de entrar en la atmósfera, el meteorito chocaría con la superficie terrestre, allí donde la gente de Manson habría estado un momento antes dedicada a sus cosas. E1 meteo­rito propiamente dicho se evaporaría instantáneamente, pero la explosión haría estallar mil kilómetros cúbicos de roca, tierra y gases supercalentados. Todos los seres vivos en 250 kilómetros a la redonda a los que no hubiese liquidado el calor generado por la entrada del meteorito en la atmósfera perecerían entonces con la explosión. Se produciría una onda de choque inicial que irradiaría hacia fuera y se lo llevaría todo por delante a una velo­cidad que sería casi la de la luz.
Para quienes estuviesen fuera de la zona inmediata de devasta­ción, el primer anuncio de la catástrofe sería un fogonazo de luz cegadora (el más brillante que puedan haber visto ojos humanos), seguido de un instante a un minuto o dos después por una visión apocalíptica de majestuosidad inimaginable: una pared rodante de oscuridad que llegaría hasta el cielo y que llenarla todo el campo de visión desplazándose a miles de kilómetros por hora. Se aproxi­maría en un silencio hechizante, porque se movería mucho más deprisa que la velocidad del sonido. Cualquiera que estuviese en un edificio alto de Omaha o Des Moines, por ejemplo, y que mirase por casualidad en la dirección correcta, vería un desconcertante velo de agitación seguido de la inconsciencia instantánea.
Al cabo de unos minutos, en un área que abarcaría desde Denver a Detroit, incluyendo lo que habían sido Chicago, San Luis, Kansas City, las Ciudades Gemelas (en suma, el Medio Oes­te entero), casi todo lo que se alzase del suelo habría quedado aplanado o estaría ardiendo, y casi todos los seres vivos habrían muerto. A los que se hallasen a una distancia de hasta 1.500 kilómetros los derribaría y aplastaría o cortaría en rodajas una ventisca de proyectiles voladores. Después de esos 1.500 kilóme­tros iría disminuyendo gradualmente la devastación.
Pero eso no es más que la onda de choque inicial. Sólo se pue­den hacer conjeturas sobre los daños relacionados, que serían sin duda contundentes y globales. El impacto desencadenaría casi con seguridad una serie de terremotos devastadores. Empe­zarían a retumbar y a vomitar los volcanes por todo el planeta. Surgirían maremotos que se lanzarían a arrasar las costas lejanas. Al cabo de una hora, una nube de oscuridad cubriría toda la Tierra y caerían por todas partes rocas ardientes y otros desechos, ha­ciendo arder en llamas gran parte del planeta. Se ha calculado que al final del primer día habrían muerto al menos mil quinien­tos millones de personas. Las enormes perturbaciones que se pro­ducirían en la ionosfera destruirían en todas partes, los sistemas de comunicación, con lo que los supervivientes no tendrían ni idea de lo que estaba pasando en otros lugares y no sabrían adon­de ir. No importaría mucho. Como ha dicho un comentarista, huir significaría «elegir una muerte lenta en vez de una rápida. El número de víctimas variaría muy poco por cualquier tentativa plausible de reubicación, porque disminuiría universalmente la capacidad de la Tierra para sustentar vida».
La cantidad de hollín y de ceniza flotante que producirían el impacto y los fuegos siguientes taparía el Sol sin duda durante varios meses, puede que durante varios años, lo que afectaría a los ciclos de crecimiento. Investigadores del Instituto Tecnológico de California analizaron, en el año 2oo1, isótopos de helio de sedimentos dejados por el impacto posterior del KT y llegaron a la conclusión de que afectó al clima de la Tierra durante unos diez mil años. Esto se usó concretamente como prueba que apoyaba la idea de que la extinción de los dinosaurios había sido rápida y drástica... y lo fue, en términos geológicos. Sólo podemos haced conjeturas sobre cómo sobrellevaría la humanidad un aconteci­miento semejante, o si lo haría.
Y recuerda que el hecho se produciría con toda probabilidad sin previo aviso, de pronto, como caído del cielo.
Pero supongamos que viésemos llegar el objeto ¿Qué haríamos? Todo el mundo se imagina que enviaríamos una ojiva nu­clear y lo haríamos estallar en pedazos. Pero se plantean algunos problemas en relación con esa idea. Primero, como dice John S. Lewis, nuestros misiles no están diseñados para operar en el espa­cio. No poseen el empuje necesario para vencer la gravedad de la Tierra y, aun en el caso de que lo hiciesen, no hay ningún mecanismo para guiarlos a lo largo de las decenas de millones de kilómetros del espacio. Hay aún menos posibilidades de que consiguiése­mos enviar una nave tripulada con vaqueros espaciales para que hiciesen el trabajo por nosotros, como en la película Armagedón; no disponemos ya de un cohete con potencia suficiente para envías seres humanos ni siquiera hasta la Luna. Al último que la tenía, el Saturno 5, lo jubilaron hace años y no lo ha reemplazado ningún otro. Ni tampoco podría construirse rápidamente uno nuevo por­que, aunque parezca increíble, los planos de las lanzaderas Saturno se destruyeron en una limpieza general de la NASA.
Incluso en el caso de que consiguiéramos de algún modo lan­zar una ojiva nuclear contra el asteroide y hacerlo pedazos, lo más probable es que sólo lo convirtiésemos en una sucesión de rocas que caerían sobre nosotros una tras otra como el cometa Shoemaker sobre Júpiter... pero con la diferencia de que las rocas se habrían hecho intensamente radiactivas. Tom Gehrek, un caza­dor de asteroides de la Universidad de Arizona, cree que ni siquiera un aviso con un año de antelación sería suficiente para una ac­tuación adecuada. Pero lo más probable es que, no viésemos el objeto —ni aunque se tratase de un cometa— hasta que estuviese a unos seis meses de distancia, lo que sería con mucho demasiado tarde. […]
Como estas cosas son tan difíciles de calcular y los cálculos han de incluir necesariamente un margen de error significativo, aunque supiésemos que se dirigía hacia nosotros un objeto, no sabríamos casi hasta el final (el último par de semanas más o menos) si la coli­sión sería segura. Durante la mayor parte del periodo de aproxima­ción del objeto viviríamos en una especie de cono de incertidumbre. Esos pocos meses serían, sin duda, los más interesantes de la historia del mundo. E imagínate la fiesta si pasase de largo.

[Una breve historia de casi todo. Páginas 246-249]

Seguro que has llegado hasta el final porque el texto engancha, y es así todo el libro: no puedes parar. Pero saco este fragmento porque hace un par de semanas salió en algunos medios una noticia, aunque con poca repercusión, sobre el posible impacto del meteorito Apophis en el año 2029, como primera oportunidad, o en 2036, como segunda oportunidad de impactar contra la Tierra. La fuerza del posible impacto sería de unas 20.000 bombas atómicas, o un millón de megatones, seis veces menos de la potencia del meteorito Shoemaker-Levy 9 que impactó contra Júpiter en julio de 1994 y que sirve de “modelo” para describir las consecuencias destructivas en el fragmento que he puesto. E.Shoemaker declaró incluso que si en vez de contra Júpiter, el impacto hubiera sido sobre la Tierra "no estaríamos aquí hablando".
En el libro se dice que cada semana pasan de media unos dos objetos espaciales a una distancia bastante cercana de la Tierra para que fueran considerados peligrosos y tenerlos controlados, pero no se hace simplemente porque no ha telescopios que apuntes hacia esos lugares: hay pocos telescopios realizando esos seguimientos y el cielo es muy amplio.
Pero el Apophis sí se ha detectado, quizás hasta por casualidad. Sea como sea, se calcula que pasará a unos 40.000 km de la Tierra, es decir, entre la Tierra y la Luna. Cualquier desviación podría acabar con el impacto en la Tierra o quien sabe si contra la Luna. Y si no impacta, será uno de los mayores espectáculos de los que el ser humano podrá disfrutar. Aunque temiendo que pase de largo en 2029 y por causas gravitatorias varíe su rumbo para 2036.

Lo que más me impacta a mí, es pensar en la posibilidad de que Apophis fuera, en vez de 300 metros de diámetro, una roca de 10 kilómetros, como el Shoemaker-Levy 9, y que, en lugar de pasar cerca, estuviera totalmente confirmado que impactaría contra nosotros acabando con toda la vida conocida o la gran mayoría, en el mejor de los casos. Estaríamos hablando del fin del mundo, el de verdad, para tan sólo 23 años después, a lo sumo, 30. Qué putada.

viernes, noviembre 17, 2006

Anecdotario I

Por fin acabaron las obras del cuarto de baño de mi casa. Aleluya! Han sido molestas, pero llevaderas. También el hecho de que pase en casa poco tiempo ayuda a no haberlas sufrido mucho. Al final ha quedado bastante mono todo, el plato de ducha, los azulejos, el váter, el lavabo, la puerta que no se cierra bien, los grifos modernos.... demasiado modernos. Un solo grifo que se gira derecha-izquierda para el agua fría-caliente; dos posiciones de presión del agua… Pero yo me duché ayer con agua fría por el puñetero grifo que no había Dios que lo calibrase y ajustase bien la temperatura, sin contar las dos veces que cambió radicalmente de agua caliente a fría, sin avisar. A pique de una hipotermia, y con agujetas.

Hacer deporte no es bueno. Es una conclusión que he sacado en los últimos dos días. Tengo argumentos en los que apoyarme. Mi amigo Antonio dice que se tomó un café hace unos días, fue a correr un rato y le sentó mal el café, después de correr; por tanto, no hay que correr. Yo llevo un día de agujetas, y lo que me queda, tras jugar ayer una pachanguita de partido de fútbol con los compañeros de clase. Además tengo la yema del dedo gordo del pie derecho en carne viva y dolerme el meñique del mismo pie y no puedo casi andar; por tanto, no jugar al fútbol. Comprobado: hacer deporte es malo.
Bueno vale, quizás la cuestión es que hay que hacer más deporte y no jugar un partido de fútbol cada 6 meses y también quizás sea que la tolerancia a la cafeína de mi amigo Antonio tenga algo que ver. Pero el deporte es lo que une los dos hechos, así que algo tendrá.

Más de anécdotas. El martes al llegar a la estación de tren de mi barrio, metí el billete en la máquina canceladora y justo delante de mí hay un tío que está hablando con el guarda de seguridad de la parada. Este tío, al recoger mi billete me dice: “te están llamando”, me señala hacia atrás y lo vuelve a decir: “pe parece que te están llamando”. Ein? Miro hacia atrás y me veo al maquinista apoyado en el cristal que estaba medio bajado, como el que se apoya con los brazos y la cabeza encima sobre la parte superior de una tapia. “Qué, no sabes quién soy?” me pregunta con cara de hombre feliz. “No”. “No?” insiste. Y en ese momento todos mis familiares pasaron por mi mente, cual huella dactilar introducida en el CODIS de CSI buscando algún registro que permita identificar al individuo. “Me parece que no” vuelvo a responder. En ese momento, el tío y el segurata me miran, yo les miro, y me dicen “a mi me parece que se ha equivocado”. “Yo creo que sí”, les digo medio riendo, medio asombrado. Me vuelvo a girar para ver al maquinista y éste estaba ya subiendo el cristal y retirando la cabeza sin cambiar el careto de gente feliz. Pues vale…

A ver si me acuerdo de otra… ah sí. Como diría mi amigo Miki, “no he visto mi muerte nunca tan cerca”. El otro día al subir por las escaleras mecánicas de la estación de Torremolinos para ir al curro. Al poner el primer pie en el suelo…zas, algo o alguien me impide dar el paso con el pie derecho, se queda a medio completar el paso. Nadie me está pisando, es la punta del cordón del tennis que se ha quedado enganchado en la parte donde desaparecen los escalones…. Pensé que o se me rompían los cordones o moría ahí mismo y de forma desagradable, cual el gato de rasca y pica en aquel capítulo de los Simpsons donde el ratón le clava los pies a un escalón de las escaleras mecánicas y acaba totalmente pelado. Más o menos me vi que podía quedar así. Pero no. Se me jodió la puntita del cordón simplemente.

En fin, seguro que me han pasado más cosas, pero fijo que se me ocurren cuando termine de escribir el post. Como siempre. Por cierto, la foto es de http://www.arcticphoto.no/.
Fotazas

domingo, noviembre 12, 2006

Trazos de genios

La caricaturilla que acompaña a este post la ha hecho mi tocayo Fran, compañero de curro en las prácticas de empresa, aunque estamos en turnos distintos ahora. Cogió un post-it y con 4 miraditas hacia mí, en un plis-plas “me dibujo”. Y muy bien, la verdad, aunque dijera que podría mejorarlo si lo hiciera con más tiempo. Me lo creo, porque los dibujitos que hace el tío y que tiene allí en un folio tienen su calidad, sobre todo en resaltar los detalles: arrugas, sombras… Además, salgo mucho mejor que en casi todas las fotografías...

Siempre lo hago y siempre lo haré: sorprenderme y admirar a los que saben dibujar. Coger un lápiz, un bolígrafo y con trazos seguros, rápidos y directos, son capaces de plasmar en papel personas, animales o cosas [me acuerdo de las clases de lengua y los complementos directos] lleno de simples detallitos que hacen elevar el realismo de la representación. Yo no sé dibujar, soy nulo para ello [si hiciera una lista de todas las cosas para lo que soy nulo, sería mi mayor enemigo].
Ya sea como caricatura o como realismo puro y duro; se trata de lo mismo. Es fascinante pensar qué estarán viendo esa gente en su mente para hacer esos dibujos, ya digo, sin vacilaciones. Me remito al capítulo de los Simpsons en el que Jenny decía: “Todo el mundo puede equivocarse, para eso los lápices vienen con una goma en el extremo”. De los que me refiero yo aquellos que no necesitan esa goma al otro extremo.
Tampoco voy a seguir porque como no sé dibujar y no entiendo de arte, tampoco sé explicar con buenas palabras los procesos y los términos que pueden definirlos. Veo esos dibujos, me sorprendo y admiro esa capacidad de los autores.


La verdad que conozco a muchos que dibujan muy bien, sin contar a mi hermano que es delineante, claro. He visto, por televisión y en vídeos a muchos artistas que hacen dibujos paisajísticos complejos, ilustraciones con mucha carga de elementos y con muchísimos detalles. Pero nunca he visto nada igual a lo que hace Stephen Wiltshire, un hombre de 32 años, autista, que es considerado uno de los máximos artistas británicos”. Descubrí a Wiltshire a través del blog de ‘Ya está el listo que todo lo sabe’, uno de mis “blogs de visita y lectura diaria obligatoria”. Lo recomiendo.

Stephen Wiltshire fue un prodigio desde que empezó a dibujar a los cinco años. Su historia y parte de su trabajo viene muy bien en su página Web, que recomiendo visitar cuando uno tenga bastante tiempo libre, porque cuando pinches por primera vez en la galería de dibujos, no podrás parar de ver los 144 dibujos que se ofrecen. Son fantásticos por sí solos y tienen un nivel de detalle que ni Google Earth.
Pero lo más extraordinario es que Stephen no necesita estar delante de lo que va a dibujar mientras lo hace, ni tampoco estar horas observando el paisaje, edificio o las calles para luego dibujarlas: con un único vistazo de lo que va a dibujar es suficiente para que su mente su cerebro lo grabe y lo reproduzca como si una fotografía se tratara.
Es tan increíble que, hasta en el vídeo donde le podemos ver realizando un dibujo de la ciudad de Roma (vídeo Youtube 5min 17seg), es imposible no dudar de si lo que vemos es o no posible. También se puede ver a Wiltshire dibujando una panorámica de 360 grados de la ciudad de Tokyo (vídeo Youtube 7min 21seg) durante 7 días, basándose únicamente en su memoria.


Buscando información sobre Stephen, salen cosas como “la cámara humana” o “el Rain Man de la panorámica”, pero también he encontrado que este genio sufre el “Síndrome del Sabio” (Savant Síndrome), por lo que podría ‘encuadrarse’ dentro de los “idiot savant” (sabio idota). Estos individuos sobresalen sobre la media en capacidades como el cálculo, la memoria, la música, etc. Sin embargo, otras de sus capacidades sociales, cognitivas e intelectuales están por debajo de la media. Son sabios autistas, personas que quizás tengan problemas para relacionarse pero que son capaces de realizar actividades sorprendentes (Pixel y Dixel).

Es un topicazo, pero hay que decirlo: el cerebro humano es aún un mundo desconocido y su funcionamiento es uno de los mayores misterios de la vida. Cada día vemos, sabemos y comprobamos que hay personas con capacidades extraordinarias y fuera de lo común, pero restando el resto de capacidades “normales”. Superdotados, autistas, personas que son capaces de saber en qué día de la semana es cualquier día de cualquier año pasado, presente o futuro; personas que memorizan miles de decimales del número ‘pi’ o recordar las posiciones exactas y características de cientos de objetos dentro de una sala… Hace poco leí que es un mito aquello que usamos solamente el 10 por ciento de nuestro cerebro, pero lo que sí está claro es que no somos capaces de momento de utilizar todas las capacidades cerebrales a la vez, y que queda mucho por estudiar y por saber qué produce el desarrollo de unas y otras capacidades. Cualquier día, un equipo de científicos, médicos o quien sea, descubrirán algún producto o técnica para estimular o desarrollar el cerebro hasta límites que hoy por hoy son inimaginables. Y no hablo de superpoderes.



N.P.B. (nota a pie de blog): El post-it pone "Fran Guapo", no porque lo sea [que sí], sino que viene de "Fran El Guapo" (se le olvidó poner el "el") que me distingue a mí de "Fran El Nuevo". El 'sobrenombre' me lo puse yo [quién iba a ser si no] en un correo que escribí a mis compañeros becarios de curro. Y "Fran El Nuevo" viene, evidentemente, de que entró en la empresa después de mí, y la jefa, cuando mandaba alguna tarea o decía que algo lo hiciera Fran, preguntábamos... Fran?, qué Fran? y ella respondía, Fran El Nuevo.
Además de "Fran El Nuevo" y "Fran El Guapo", mis otras dos compañeras de tarde son "Esther con h" y Silvia/María/Susana/Laura/... depende del nombre que se le ocurra al otro compañero, este programador, que se hace llamar ICO... Qué gran turno!




viernes, noviembre 10, 2006

Momentos inevitables

Llega un momento en la vida de toda familia en el que, principalmente, la madre, se levanta un día y dice algo así como: “Vamos a cambiar el cuarto de baño”. Es algo inevitable, sabes que algún día iba a pasar… y pasa. Desde el lunes 6 de noviembre, en mi casa estamos de obras. A veces creo que el metro de Málaga va a pasar también por aquí, pero parece confirmarse que no.
Por suerte paso el tiempo justo en casa para no tener que sufrir las obras. Por las mañanas voy a la universidad y por la tarde a mis amadas prácticas de empresa […]. Lo más que estoy en casa es de 14.00 a 15.00, tiempo en el que tengo que ducharme, comer y prepararme para coger el tren de las 15.05. Y durante ese ratito, mi tío, que es quien nos está haciendo las obras, se va a su casa a comer.

En estos cinco días de obras, al menos hemos conservado el váter, aunque el lavabo haya desaparecido en combate y tenga que usar el fregadero de la cocina, ahora rebautizado a cuarto de cocina. La bañera… pobre, estuvo un día entero tirada en la calle… en fin, menos mal que mi hermana vive 4 pisos más arriba, en el ático y podemos invadirla para usar la ducha. El resto de molestias se resumen en el polvo, todo por medio, y, bueno, los 400 kilos de arena, yeso y cemento que tuve que subir el martes del portal hasta mi casa en preciosos sacos de 25 kilos. No sé si será mucho o no, pero hacer eso recién levantado no sienta muy bien, aún me duran las agujetas.
Después de subir los sacos estaba tan sudando y, con mi bañera en la calle, estuve un buen rato bajo la lluvia [cómo ha llovido estos días] para refrescarme un rato, que estaba sudando. La verdad que estar en mangas cortas parado en mitad de la calle mojándote y ver pasar a la gente con sus paraguas es gracioso, sobre todo el ver sus caras. A saber lo que estarían pensando de mí.

Aunque no ha sido la única vez que me he mojado esta temporada, tras el verano. Todas las veces que ha llovido por aquí, que ha sido en el último mes, no han sido muy fuertes (salvo la de esta última semana), y solían venir acompañadas de viento. Yo para eso prefiero no sacar el paraguas y estar peleándome con el viento y mojarme igual. No me gustan mucho los paraguas (casi pierdo el ojo derecho de pequeño por culpa de una varilla de uno), les tengo algo así como respeto-miedo. Aunque si hay que usarlo, se usan, claro. Con cuidado y sin ir como van muchos, usándolo de escudo impidiéndoles ver por donde van y que hay delante de ellos, teniéndose que apartar uno cada dos por tres, seis. Igual o peor van algunos conduciendo con lluvia, que, con los cristales empañados, sobre todo los retrovisores, se encuentra de repente a su lado o detrás de uno con un coche con las luces de posición puestas: que no se te ve, pringao, que pongas las luces cortas, aunque no sean obligatorias en días de lluvia, pero ponlas para que se te vea al menos!

La verdad que me doy cuenta que voy por ahí a veces cuasi presumiendo de que no he abierto el paraguas este año y que no me importa mucho mojarme un poco; para el ratillo que tardo de ir de mi portal al coche, o a coger el tren, de la estación a casa o al trabajo… Hay que ver de lo que se presume a veces. El refrán decía… dime de lo que presumes y te diré de lo que careces: pues de bañera; carezco de bañera por el de momento.



lunes, noviembre 06, 2006

Terrorismo en las aulas

Tres niñas de 11 años le rompen una pierna a una compañera de clase por tres partes distintas a la salida de un colegio en Ponferrada, León. Al parecer, ya la venían insultando desde el recreo donde le propinaron varios empujones y tirones del pelo. La chica lleva una semana encerrada en casa y “mal psicológicamente” según denuncian sus padres. Éste es uno de los últimos casos de “bullying”, como se denomina a esta violenta práctica entre los jóvenes escolares, aunque puede responder sin lugar a dudas a la expresión “terrorismo infantil” o “terrorismo en las aulas”.

La violencia “horizontal”, es decir, la que se produce entre los alumnos de una misma clase, ha existido siempre, si bien es cierto que solía limitarse a insultos, pequeños empujones, gritos, burlas..., una violencia psicológica, tan injustificable y condenable como la física, o incluso más. Pero con los últimos casos hechos públicos, la escalada en la gravedad de las agresiones está consiguiendo, por fin, alertar a los máximos responsables de la educación en España. La repercusión mediática de estos hechos ha convertido la violencia en las aulas en tema de actualidad y ha sugerido numerosos debates. Entre esos debates, está el que mantienen algunos expertos y sociólogos sobre si la violencia en las aulas se ha incrementado o si ‘simplemente’ lo que ocurre es que este fenómeno ha adquirido mayor visibilidad, ayudado, sin duda, por las cámaras de los móviles y otros dispositivos de grabación parecidos. Sea lo que sea, no es tolerable que cada año casi el 2 por ciento de los alumnos y jóvenes españoles sufran acoso escolar de manera constante y un 5,6 por ciento lo sufran de forma esporádica.

Pero el “terrorismo en las aulas” no se limita sólo a la violencia “horizontal”, sino que en los últimos años estamos asistiendo a innumerable casos de agresiones contra los profesores por parte de los alumnos. Según un estudio elaborado por el sector nacional de Enseñanza de CSI-CSIF, el 73 por ciento de los profesores de Secundaria ha sufrido agresiones verbales por parte de sus alumnos o de los padres de sus alumnos, y el 15 por ciento, agresiones físicas. Los resultados de esta encuesta elaborada en centros públicos de Primaria y Secundaria, demuestran que el 86 por ciento del profesorado ha sufrido falta de respeto alguna vez en su vida. El 80 por ciento de estas situaciones se han producido en el aula, frente al 12 por ciento que se han producido fuera del centro. La encuesta, además, pone de manifiesto que el 79 por ciento de los agredidos, lo han sido repetidamente, y el 8 por ciento lo sufre diariamente.

Esta situación es consecuencia de varios factores. Uno de ellos es la falta de respaldo jurídico de los profesores, quienes se sienten indefensos ante una agresión, ya que, si responden y se defienden, pueden ser denunciados y sancionados gravemente por agresión a menores, acabando instantáneamente con sus carreras profesionales.Otro de los factores es que nuestros jóvenes están haciendo gala de una absoluta falta de respeto a la autoridad docente. Los profesores no son capaces de conseguir que los alumnos se comporten en clase a través de medios “dialécticos” y, como tampoco es aceptable el uso de la fuerza por su parte, la situación acaba descontrolándose por completo.

Mucho han cambiado los comportamientos entre generaciones cercanas entre sí. No hace mucho, cuando un profesor quería cortar la actitud violenta o irrespetuosa de un alumno, solía emplear un ‘regletazo’, un cachete en el trasero o un bofetón en la cara si era algo más grave. Incluso, cuando el niño se lo decía a sus padres y éstos iban a ver al profesor, los padres le daban al maestro la razón y le animaban a que, si volvía a actuar de esa forma irrespetuosa con sus compañeros o con el profesor o volvía a ser violento con alguien, no dudase el maestro en volver a aplicarle esa “dosis” de disciplina. Ahora es todo lo contrario: pobre del profesor al que vayan a verle los padres de un alumno que diga que ha sido agredido por el maestro, porque son los propios padres los que se encaran, amenazan, insultan y agreden al profesor.

Por supuesto, esto no es una apología de la violencia de parte de los maestros, es tan sólo una muestra del giro que han dado las cosas en cuanto a las relaciones profesores-alumnos. Incluso ni siquiera se trata de un cambio en las tornas tal cual, puesto que antes los alumnos no estaban sometidos a los docentes por la fuerza física, sino que se trataban de acciones coyunturales para mantener una disciplina y un respeto que permitiera dar las clases y educar a los jóvenes. Por tanto, no hay ninguna “rebelación” del alumnado contra agresiones sistemáticas del profesorado: es una violencia gratuita hacia los profesores y otras autoridades que pagaremos todos muy caro cuando estos chicos y chicas tengan que llevar las riendas de nuestra economía, política, cultura y el resto de las actividades y ámbitos de la sociedad española.
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Artículo escrito y publicado en los diarios pertenecientes al grupo Edicosma donde realizo mis amadas prácticas de empresa de periodismo.
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