miércoles, noviembre 16, 2005

Pezqueñines, no gracias, hay que dejarlos crecer

Respescados estamos y veranito ocupado viendo fútbol. Que alegría ganar a Eslovaquia (Slovakia para TVE pues SVK es la abreviatura que ponen para este país por ESP para España, si hubieran puesto al menos SPA se entendería algo más…) y estar en el mundial de Alemania, somos los mejores, próximos campeones del mundo. Como cada 2 años, sólo que coinciden los 2 años con los meses pre-mundial/europeo y no post-mundial/europeo. Nos gusta. Debe ser que sabemos como caemos al final y hay que alegrarse antes. En fútbol (porque es lo único donde no solemos ganar) y en muchas mas cosas en el país. Política por ejemplo.

Nos gusta alarmarnos, tremendizarlo todo (Word me dice que no existe “tremendizarlo”… ahora sí), anunciar el fin del mundo, de la familia, de la educación, de la unidad nacional… Que ilusos, si pocas veces hemos estado unidos [EEUU]…
El Estatut no destruirá la España actual, lo hará el tiempo y la lógica del progreso de las comunidades autónomas en su lucha por más competencias. Y no pasará mucho más, será gradual y las generaciones se acostumbrarán a vivir en esas circunstancias como lo hacemos hoy y lo hicieron en los reinos de Castilla, de Aragón, lo hicieron los Visigodos, Romanos, musulmanes, etc. Como el cambio climático, subirá el nivel del mar, pero se notará más comparándolo con tiempos pasados y aprovechando toda la tecnología que hay hoy que permite registrarlo. Que Antequera tenía playa oiga! y nadie dijo “oh por Dios, vaya con el enfriamiento del Planeta”. El hombre es un animal de costumbres y yo no me acostumbro al frío, que ya se nota.

Tampoco me acostumbro, trato de evitarlo, a la forma en que los políticos “debaten”. Sigo sin entender cómo es posible que uno digo que una ley es anticonstitucional, otro diga que no lo es y ambos sendos dos sigan adelante en sus argumentos; uno de los dos se equivoca, está claro. No pueden reunirse a ver quién tiene razón y desde ahí seguir “debatiendo”? No, para qué. Vaya que uno tenga que rectificar y tenga que ser sabio, y todos sabemos que los políticos hacen lo que pueden para no serlo. Por humildad, claro.

Oye que se acaba el año. Si parece que fue ayer cuando Ana Obregón tiró la capa de Ramón García Puerta del Sol abajo. Cómo pasa el tiempo. Acaba el año y ya me gusta el disco de Robbie Williams; es más, creo como él que es el mejor que ha hecho hasta el momento, yo lo pondría junto a Escapology y Sing when you’re winning, casualmente los últimos dos (en orden inverso). Ghosts es tremenda, Advertising Space, Please don’t die, Spread your wings, sin sin sin… muy muy buenas casi todas, el resto, bastante buenas. Eso indica que, como dice él, va camino a la perfección en cuanto al disco que él sueña, porque música perfecta no hay, que se lo digan al simple de Gimme Gimme Gimme que ahora usa Madonna. Vosotros quitad ese simple y no baila con la canción ni Disco Stu. Es que ABBA fue, es y será mucho ABBA y eso que no me pilló, por más de un pelo.
Un día hablaré largo y tendido, tumbado desde la cama con el teclado óptico wireles, sobre las letras de las canciones de RW, que hablan de todo menos de amor, con palabrotas, insultos, mmm todo lo que si fuera en castellano no vendería nada. Pero es de los mas vendidos en el mundo y hablan ingles ahí fuera [no Mulder, no voy por ahí]. Será que les importa menos, nu sé, es curioso. Bueno no, porque las mas malsonantes no salen como singles de radio, aunque a uno le gustaría porque son las mejores en cuanto letras y música. RW, ten points.

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