Legado mundialista

España no está tan fuera del Mundial como puede parecer. Ya no competimos, pero sí estamos presentes en todos los partidos que se están jugando de cuartos y seguro que hasta la final. De manera indirecta, eso sí, y tampoco por un gran motivo: el racismo. Tras el partido con Francia, donde se silbó al himno francés como se silbaría a cualquier otro himno del equipo rival o canción representativa o imagen o indumentaria..., pues se trata de decirle al rival que no vamos con él y no le pasaremos una; tras ese partido surgieron declaraciones por parte gala de que hubo gritos racistas a los jugadores negros de Francia. Yo no los escuché, pero no por ello voy a negar que ocurriera. Sólo digo eso: dudo que sea racismo, para mí es abuchear, gritarle, silbar al rival. Si es haciendo el ruidito ese racista, algo muy muy feo y condenable, pero también puede ser llamando a los franceses otra cosa, o metiéndose con costumbres suyas, etc. No creo que sea nada realmente personal. El racista de verdad no quiere ver otras razas en el equipo rival ni en el suyo. Pero bueno, que es la segunda oleada de actos anti-racismo que provocamos desde aquí. El primero fue con las declaraciones de Luis Aragonés, tampoco racistas para mí. Sobre todo cuando las dijo, seguro que cuando se originaron las expresiones así sí que era racismo, como las de trabajar como un negro o las expresiones machistas que hoy día se usan casi como frases hechas. Todo esto no quiere decir que haya que tener respeto, cuidado y si es posible, no usar esas expresiones despectivas, por supuesto.

Pues eso, que ahora en los partidos del Mundial se leen manifiestos contra el racismo por parte de los capitanes de los dos equipos que disputan el partido. Como decía ayer un sms en Carrusel Deportivo durante el Alemania – Argentina, qué casualidad que se hacen ahora estas cosas cuando ya no hay ninguna selección “de color” (africana, caribeña…) en el torneo. En fin, que es nuestro “legado”.


Foto: lo que tiene ser aún novel.