martes, julio 04, 2006

Torremolinos ida y vuelta

Bonito vídeo promocional sobre Skating-Tony Hawk-Activision que han echado en Telecinco camuflado de capítulo de CSI-Miami. De sobra conocido es el product-placement, el emplazamiento de productos, consistente en meter marcas de productos en series, películas e incluso en canciones; pero pocas veces he visto yo especiales de algún producto, alguna propagando completa en forma de un capítulo de una serie o una película. En fin, dinero y dinero.


Por mi trabajo de prácticas, lo he dicho en alguna ocasión, viajo ahora a diario, en días laborables porque laboro, en el tren de cercanías de RENFE de Málaga. Cercanías 1, línea Málaga-Fuengirola; yo me bajo algo más de mitad de camino, en Torremolinos. Mientras terminaba de arreglarme, a eso de las 14:20 horas he escuchado de fondo en TV el accidente del metro de Valencia y hasta ese momento se sabía que habían desalojado a unas 150 personas de las estaciones afectadas. He salido a eso de las 14:28 de mi casa, a la calle llego a las 14:29, a la estación a las 14:30 y tras comprar el billete y pasar por la canceladora, no son más de las 14:32. Y espero el tren que llega a las 14:38, a veces un minuto más tarde, nunca medio minuto, por cierto. Mi reloj va tres minutos adelantado… no sé por qué tres, pero va así.
Monto en el tren en cualquier vagón, aunque normalmente lo hago en el del medio de los tres que componen el convoy, no por nada especial, sino porque me coloco en medio de la parada, así no se me pasa de largo o no llega y entro rápido. Lógico y normal. Siempre en la ida voy de pie: van los vagones llenos de gente y maletas, y aunque muchos se paran en el aeropuerto, muchos otros se suben. Así que los 19 minutos, o 20 depende del trajín de subir y bajar viajeros, los paso de pie, agarrado a algún asiento, cerca de las puertas.
Hoy he notado bastante que el tren avanzada desde mi estación más lento, debido a las obras del AVE que van hacer que la brecha de los raíles desaparezcan para siempre en esta ciudad estando soterradas. Luego ha sido un viaje normal con sus aceleroncillos, sus frenazos, sus subidas y bajadas de pasajeros, algún túnel y lo que más me gusta, un tramo corto llegando a Torremolinos en el que el tren parece que vuela. El sonido refleja que estamos en altura, suspendidos, sobre raíles. Es un sonido y una sensación de levitación distinta a cuando se va a nivel de suelo.
A las 20:33 minutos, aproximadamente, toca volver. A la vuelta sí voy sentado casi siempre. Ya me había enterado de todo sobre el accidente de Valencia, siguiendo a través de EuropaPress y EFE cada pocos minutos los nuevos datos que salían sobre los heridos, muertos, causas, investigaciones y pésames. Uno mira un pelín distinto el tren, oye algo distinto, nota que se mueve algo más en el asiento y le parece que a veces va algo más rápido que antes. No voy a decir que haya afectado a todo el mundo, ni a mí de manera más especial o no, simplemente está presente. Además, en los 20 minutos de ida y los 20 de vuelta, piense en lo que piense, siempre sale de repente, o no, algún recuerdo sobre el 11 de marzo: fue una tragedia para todos y una maldita casualidad para los que iban en esos trenes. A la vuelta, las obras del AVE llegando a mi estación y la lentitud del paso del tren sí me han dejado algo más intranquilo en cuanto a pensamientos dándole más vueltas a las cosas.

Por cierto, no me he atrevido a hacerle una foto a unos carteles que hay en las puertas de algunos vagones del cercanías. Rezan: “Para una buena climatización, mantener las puertas cerradas”. Digo yo… no será mejor mantener las puertas cerradas para que nadie se caiga mientras está en marcha el tren?

1 comentario:

Pablo J. Rivera dijo...

Buen post, me siento identificado, ya que llevo varios años montando mucho en cercanías.

Cuando ocurren desgracias como el 11-M o el metro de Valencia es inevitable que todos pensemos que nosotros tendríamos una vida parecida a las víctimas, que podríamos haber sido nosotros, pues usamos los mismo medios de transporte. Cuando ocurre, como en el 11-M, en los sitios por donde tus pasas la impresión que te da es tremenda y tardas tiempo en no recordar, aunque sea por un momento, lo que sucedió.

Buena reflexión final.