Download this post

Anoche vime por nosecuánta vez la película de Independencendencdendenden cenden den Day. Es una película que me gusta, o al menos que no me aburro al volver a verla. Lo que tiene ver una película tantas veces es que te fijas en cosas que no haces en otras ocasiones anteriores. Por ejemplo, cómo el co-protagonista, el informático, es capaz de conectar su portátil a la nave extraterrestre capturada en el Área-51. Digo yo que lo habrá hecho por USB 1.0, a lo sumo 2.0. Universal Serial Bus, pero Universal de cojones. Otra cosa rara que ve uno y en la que piensa es en los propios extraterrestres. Estos y cualquiera de cualquier película tienen unas formas “humanoides”, caracterizados por cabezones, piernas largas, delgados y dedos muy largos, a veces sin manos, sólo tentáculos… pero son capaces de fabricar aparatos, naves, armas de todo tipo, y es imposible que unas tijeras quepan es sus manos, que sepan apretar una tuerca, imposible.

Independence Day está bastante bien como película aunque las escenas de combates aéreos no son lo fuerte. A mi me gusta la secuencia de destrucción cuando llegan los extraterrestres, destruyendo la Casa Blanca, Capitolio, edificios, túneles… Por cierto, el perro debería haber muerto. Por mucha americanada, no se habría salvado jamás de la explosión y el fuego en el túnel. Es como el hijo de Tom Cruise en La Guerra de los Mundos: vale que los extraterrestres hayan venido, vale que vengan para aniquilarnos, vale que usen aparatitos grande, vale que disparen contra todo y Cruise se salve sin parar, pero lo que no vale es que el hijo se haya salvado tras verse claramente que va a por las maquinas y que es evidente que muere. En ese momento de vuelta a verse todos, da mucho coraje. Otra cosa que me gusta es cuando todo el mundo se pone de acuerdo para lanzar ataques coordinados, todos juntitos, toda la humanidad…. La humanidad…. Que me gusta también el discurso, todo lo patriota usamericano egocéntrico que uno quiera, pero a m ime sigue poniendo el vello de punta… más que nada por eso, por pensar en que todos los países colaboran y luchan juntas contra el mal. Ya sea las naciones del mundo contra la invasión extraterrestre o ya sean los enanos, los elfos, los hombres de Roham o los de Gondor; ver como la caballería de Rohan llega y cabalga contra las tropas de Mordor en una ola imparable al comienzo de la gran batalla en los campos de Pelennor en El Retorno del Rey. Para llorar casi jeje.

Bueno, donde más he llorado de pena con una película es con La Milla Verde. Con Phenomenon también algo de ojos lloros, como con otras películas, pero la Milla verde fue brutal. Supongo que medio mundo que ha visto la película habrá llorado al final, pero es como para no hacerlo, para evitarlo. Es una película que quiero re-ver, pero a la vez darle tiempo para que me haga un efecto parecido y no recuerde muchas escenas y secuencias. Que me vuelva a sorprender. Y con la última que he llorado ha sido con Vecinos Invasores, la última película de Pixar [Shrek] de dibujos animados por ordenador. Llorar, pero de risa con la secuencia final que obviamente no voy a contar pero me gustaría. La película tiene sus puntos aunque a veces es muy pastelera. Pero cuando pasan cosas graciosas de diálogos o escenas son bastante buenas, y ya digo que la secuencia final lloré de risa y retorciéndome en la butaca del cine con carcajadas no muy sonoras aunque lo merecía. Era un “hostia qué bueno” continuo. La recomiendo para pasar un rato divertido, aunque gastarse 6.10 euros en el cine, es para pensárselo. Incluso 4.90 con carné de estudiante es ya un pasote.

Y como detalle sonoro dejo subido el corte que editaron y pusieron ayer en Hoy por Hoy de la SER con Francino sobre el poder de Nostrapakus, el terror de las predicciones. Un crack, superándose cada día. Un fenómeno de periodista y un cachondo.
Y también una de video, un recordatorio para las discográficas.