UNICAJA CAMPEON

UNI-CA-JA CAM-PEÓN!!!! Sííííííííííííííí por fin!! Wow, no me lo creo aún, es increíble, es… es… increíble nuevamente.

Mi madridismo, mi fanatismo por del Real Madrid en fútbol se remonta más o menos desde la final de la Séptima: parece que es sumarse a los campeones, que es lo fácil, pero no es así. Es la emoción, lo que se genera en esos momentos del todo o nada, de ver la alegría tan cerca como el fracaso. Soy del Unicaja desde la final contra el Barcelona la temporada 1994/1995. Aquella final la perdió el Unicaja al fallar Ansley su ya famoso triple: el triple de Ansley… Recordaré siempre a mi hermana Raquel saliendo y entrando a la terraza cada vez que tiraba el Unicaja tiros libres, no quería verlo. Yo la veía sus caminatas supernerviosas, gritando en cada canasta del Uni, su Uni, y no recuerdo qué hacia con las canastas del Barça.
Yo tenía 9 años y no era muy habitual de seguir los deportes, ni nada más allá de los dibujos animados. Tuve la enorme suerte de ser una de las últimas generaciones de niños pequeños que pudimos jugar al fútbol en nuestro llano de asfalto y piedrecitas de la barriada antes de que quedara totalmente invadido por coches y acabase siendo un parking permanente. Una suerte que hoy día, cada vez que paso por mi antigua barriada, mi barriada [Santa Paula forever], no pueden disfrutar los niños porque ni en las aceras les dejan jugar con la pelota; los parques donde jugábamos al escondite, jugábamos en los castillos de madera, con los columpios, las redes, en los céspedes, en la tierra con los coches pequeños “asfaltando” las carreteras de arena con los palillos de los helados… y ahora anda de nada. Los castillitos nuevos son para bebes, los tres columpios que quedan no llaman la atención, han puesto campos de petanca. Claro, casi no hay niños ya y pocos juegan en la calle, prefieren los ordenadores y las consolas. Qué suerte tuve de pertenecer a la generación justa que creció jugando con otros niños en la calle jugando al fútbol, a la botella, escondiendo tesoros y siguiendo mapas y pistas, con pistolas de juguete, walkie talkies… o en casa de los amigos al monopoly, al palé, al rol… y que luego disfrutó, porque todo hay que decirlo, de las consolas, ordenadores y resto de nuevas tecnologías que poco a poco entraban en nuestros hogares. También suerte en este sentido porque hemos visto desde los spectrum y sus cassettes de juegos que tardaban mil en cargar, de las primeras computadoras teniendo que introducir las líneas de comandos poder para jugar; la MasterSystem, la Megadrive con los Sonic o Virtua Fighter o los Micro-Machines.
Pero bueno, que desde esa edad empecé a interesarme, poco, pero algo, del baloncesto, por supuesto del Unicaja. Luego fui creciendo y tomando más conciencia, en la medida mía de lo posible, y valorando cada partido, cada victoria, cada derrota, cada logro. Pero fue el comienzo del nuevo milenio con la consecución de la Copa Korac (2000/2001), toro subcampeonato de ACB (2001/2002) y luego actuaciones en la Euroliga cada vez más notorias. Hasta esta temporada 2005-06 con una excelente participación en Europa siendo el mejor equipo de los 24 que la disputaban en su primera fase, y luego con una regularidad en la ACB increíble que nos hizo campeones de la Liga regular por primera vez en nuestra historia, permitiendo tener el factor cancha siempre a favor y decidiendo en nuestra cancha, con nuestra enorme afición de Málaga, los últimos instantes de los partidos que han desembocado en una victoria, un título que llevábamos muchos años esperando. Por fin!!!

Podría terminar ya, pero ya digo que me alegra mucho este título aunque el 3-0 suponga [3-0 al TAU!!! Wow!] no poder participar en el concurso que en el Martín Carpena se disputa en cada descanso lanzando durante un minuto tiros libres compitiendo 2 aficionados. El enchufe, que uno va logrando con esta profesión que espero desempeñar siempre y bien, me garantizaba ser uno de esos dos que jugarían en el quinto y último partido de esta final ACB. Pero bueno, teniendo en cuenta que llegar a ese descanso con un 2-2 y quedando 20 minutos para acabar, no habría soportado esos nervios y no cambio por nada este 3-0. Algo que tampoco olvidaré jamás es el detallón de un amigo al invitarme a ver 4 partidos de los Play-Off del año pasado: los cuartos cotnra el Pamesa, donde empezamos 0-2 y remontamos 3-2, y las semifinales contra el TAU que nos ganó 3-0. Lo que viví aquellos partidos en aquel pabellón es indescriptible e inolvidable. Gracias V (es el nombre cuasi coloquial jejeje no un anonimato).

UNI-CA-JA CAM-PEÓN