Yo porque lo valgo y tú, porque me obliga la ley

Una vez más necesitamos una ley para ser más civilizados. La necesitamos para ponernos el cinturón y no beber alcohol para conducir, la necesitamos para no fumar en hospitales y en lugares donde se perjudica a los no fumadores, y la necesitamos para tratar de forma igual al hombre y a la mujer en el plano laboral. A este ritmo la carrera de Derecho puede que dure décadas sacársela.

Lo que se ha aprobado ahora es una ley que obliga a las empresas, partidos políticos, órganos de gobierno… a que no exista un máximo del 60% de personas del mismo sexo. El archiconocido 60-40 por cierto para los representante (de los ciudadanos en este caso). Y si monto una empresa con un amigo… tengo que pedirle que se vaya al Carlos Haya a que se haga una operación de cambio de sexo? Nos subvencionan la operación? El mundo se desmorona. Ah no, es mi monitor que tiembla al recibir señales del móvil… qué susto.

No soy partidario de este tipo de leyes. Si hay más mujeres que se merecen un puesto concreto o presencia en la empresa que estén, y si son hombres igual. La igualdad debe darse entre las personas por convicción y respeto, no por ser algo legal o ilegal. Así sólo se consigue que haya gente que esté amparada en la ley y otros piensen que el único derecho que tienen es figurar en la ley [ahora comienza el síndrome blog raro que no es más que no explicarse bien]. Y en este sentido vuelvo a decir que estoy en contra de que la Ley contra la violencia de género haga una distinción penal entre hombres y mujeres. Los delitos no entienden de sexos, si hay 199 hombres que maltratan y asesinan, que haya 199 hombres castigados en prisión, pero si hay una mujer que lo hace, que lo esté igualmente.

Ya hay protestas tanto de asociaciones de mujeres y de sindicatos y empresas que no les gusta del todo la ley.

Habría que hacer una ley que obligara al respeto a todas las personas. Así hasta yo podría estudiar Derecho en un par de días.

P.D.: Mil gracias a Gerardo Mediavilla Nieto, Jefe del Servicio de Difusión del Deporte de la Dirección General de Deportes del Ayuntamiento de Madrid; y a Antonio Sabugueiro, organizador de la San Silvestre Vallecana.