sábado, marzo 14, 2009

Hijos queridos

El viernes 13 de marzo fue la noticia del día, sin duda. Y también casi seguro, una de las del año por lo que significa para el futuro de muchas familias y como espaldarazo a la investigación y el avance científico. El bebé que nació libre de enfermedades hereditarias y compatible con su hermano para donarle médula y curarle de una enfermedad en la sangre, lo ha conseguido.

Los medios de comunicación y parte de la sociedad hablan de debate en el sentido de si se debe seleccionar embriones para que nazcan libres de enfermedades o compatibles con otras personas para curarles de algunas enfermedades. Yo creo que ése no es el debate, pues s algo tan lógico que debe hacerse y permitirse, como se puede hacer ahora, sin dudarlo. La Iglesia y los sectores más religiosos están en contra, pues creen que un bebé nace como nace, si está sano bien, y si está enfermo también. No piensan en la vida que tendrá ese bebé en el futuro y su calidad de vida que será, a todas luces, muy delicada. Por tanto, el debate es como el de si existe Dios, unos creen que sí y otros que no, y como es cosa de concepciones profundas e ideales, no hay manera de ponerlos de acuerdo, por lo que el debate no en realidad no lo veo.

Para mi el debate es otro y muy distinto. Incluso no sé si es debate, sólo voy a exponer los hechos que creo que son sobre los que se pueden reflexionar aunque no por ser hipotéticos, no pueden saberse nunca cómo sería en realidad.
Esta familia tuvo un hijo que, desgraciadamente, tenía una enfermedad genética hereditaria que hacía que su sangre no estuviera bien. Su esperanza de vida la ponían en unos 25-35 años y de muy mala calidad, pues cada 3 semanas necesitaba transfusiones. Los padres acudieron a todo tipo de médicos y les dijeron que si tenían más hijos, podrían tener también dicha enfermedad, por lo que supongo que no tuvieron más en 5-6 años. En algún momento de ese tiempo, los médicos de Sevilla les dicen que técnicamente sería posible fecundar unos cuantos óvulos, modificar los genes y seleccionar un embrión que no sólo estuviera libre de enfermedades hereditarias, sino que también fuera compatible con su hermano y pudiera salvar su vida. En ese momento, los padres deciden tener ese segundo hijo que, antes no querían tener pensando en la vida que podría llevar, igual de mala que la de su primer hijo.
Bueno, pues nace el segundo hijo y cura a su hermano. Como digo una excelente noticia para todos los que pensamos en la vida como algo para vivir con dignidad, tanto antes, como durante como al final de la propia vida.
Sin embargo, yo no puedo dejar de preguntarme hasta qué punto ese segundo hijo ha sido deseado como cualquier otro hijo que viene al mundo por sus padres. No hablo pues no lo dudo, que ese niño no vaya a ser querido y vaya a tener todo el cariño del mundo de sus padres y de su hermano y de todo el que lo sepa, pero creo que nadie puede discutir que ese niño fue concebido, se le quiso traer a este mundo con el objetivo de salvar a su hermano, un noble y bello objetivo, pero distinto al objetivo o motivo o razón por la que su hermano vino al mundo, que sería, me supongo, que porque sus padres querían formar una familia como todo el mundo.

Trato de explicarme más, que sé que no es fácil. Muchas parejas piensan y planifican su vida juntos pensando en casarse y tener uno, dos o tres hijos, de la misma forma que otras parejas no piensan en ello y tienen los hijos que "Dios quiera". Es innegable que existe esta planificación y que los niños que se tienen son deseados por sí mismos. Pero este segundo hijo, no es deseado por sí mismo, sino para salvar al hermano, por lo que no sabemos si sus padres, en casi de que el hermano mayor no estuviera enfermo, hubieran decidido tenerlo o no.

Otra cosa es que se desee tener otro hijo que, ya que la Ciencia lo permite, esté libre de cualquier enfermedad hereditaria que se pudiera tener o ser compatible con otra persona, pero una vez que se ha planificado tener ese bebé, no tener uno para un objetivo como el caso concreto del que se habla.

Siendo extremadamente bruto, lo compararía con los padres que no tienen pensado tener un tercer hijo y que les dicen que le van a dar dinero si lo tienen, y van y lo tienen por ese motivo. A mí no me sentaría muy bien saber que fui concebido por "motivos ajenos" al cariño de los padres y por el mismo motivo que los otros hermanos.

Repito, no entro en lo querido que serán el segundo hijo de esta familia, que será igual que ese hijo que no se pensaba tener y que, vaya, pues embarazo y otro retoño, que por no esperado, no será no querido. Se trata, y termino, del objetivo por el que fue concebido el niño en cuestión, un tema, una cuestión que, sin duda, entra en el mundo de las opiniones, concepciones y principios, que muy difícilmente pueden ponerse en común por todo el mundo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El problema es que tener hijos está sobrevalorado.