Esto es una polémica y no el Estatut. Unas ‘simples’ viñetas han destapado la gran separación que existe aún hoy día entre oriente y occidente. Felicito al dibujante no por su dibujo, sino porque quién sabe si gracias a él empecemos a poner las cartas sobre la mesa y decidamos todos que es el momento de acercar mundos todavía muy distantes.
Ha pasado de todo. A este lado se ha abierto el debate sobre uno de los mandamientos más importantes de la ‘religión’ occidental: te expresarás con libertad sobre todas las cosas. Y al otro lado [yo quiero más puentes] el fanatismo ha conseguido eclipsar a aquellos que defienden que la religión está tan en el interior de ellos que su respeto prima sobre la libertad de expresión.
Y ahí está el debate. La quema de embajadas, la ola de violencia fanática, las amenazas y otras acciones fuera del sentido común son la corteza estéril de este asunto. Es muy lamentable, triste, denunciable… lo que pasa, pero siguen siendo ‘unos pocos’ que cual topicazo ‘no representan a nadie’.
No podemos defender las viñetas porque nosotros en occidente vivamos más alejados del sentimiento religioso y los demás deban hacer lo mismo al ser lo correcto. Y tampoco podemos censurarlas por miedo al fanatismo y a las respuestas violentas. Hablamos de respeto mutuo. De respetar el que si para algunas personas saltarse preceptos de su religión se sienten profundamente insultadas, debemos evitarlo. Seguro que tampoco nos sentaría bien que hubiera viñetas que representaran a los españoles como racistas, franquistas, retrasados, incivilizados, delincuentes, mafiosos… A los que piden prudencia habría que decirles que pidan respeto, que n ose trata de actuar por miedo a consecuencias, sino de actuar respetuosamente.
Estoy seguro que el viñetista nunca pensó en las consecuencias que iban a producir sus dibujos. Y ahí está uno de los problemas. No conocemos lo suficiente a los demás. Seguramente el viñetista no sabía que representar gráficamente a Mahoma o a Alá es una ofensa contra el Islam y si hay gente muy religiosa se sentirán insultados personalmente, y es comprensible su malestar y enfado. Eso n oquita porque se respeten todas las tradiciones y preceptos islámicos. Como explicaba perfectamente Carlos Carnicero el otro día en la SER, no es lo mismo condenar, intervenir y evitar el maltrato sistemático que pueden sufrir las mujeres del Islam o la ablación vaginal que insultar. En las dos primeras se trata de la integridad y derechos de personas, intolerable; en el insulto es distinto, basta con tener respeto al prójimo.
Seguro que la gran mayoría nos gustaría que este tipo de situaciones se arreglasen mediante la diplomacia, pero es cierto que el autor de los dibujos y “culpable” es un diario libre e independiente, que se ha equivocado al no respetar a personas de otra religión que la sienten de manera distinta a otros, pero que tienen su derecho de sentirla como quieran. No es más nadie que vaya a misa o menos el que no lo haga. No podemos permitir que lo que vale en nuestro mundo sea para todos, salvo y dicho antes, los derechos humanos, por los cuales hay que luchar y garantizar su prevalencia en todo el mundo,
Libertad de expresión, sí. Pero como todo tiene su límite, y éste está en el respeto a los demás.
Ha quedado muy expesito, casi como el tema. Hay que mejorar. Incluso me hago crítica, que nivel.
lunes, febrero 06, 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Me sumo a la crítica sobre este post :P
Publicar un comentario