También “amigos de siempre” lo uso para diferenciarlo un poco de los amigos que tengo de la facultad y con los que también salgo, y de los amigos que hice este verano durante las prácticas de empresa: “amigos de la universidad” y “amigos del trabajo”. La verdad que son una especie de categoría, todas de igual valor, pero que no son realmente así, puesto que igual que no todos eran desde siempre, los de la universidad pronto dejaremos de ser universitarios, y los del trabajo… ya ni trabajamos juntos, ni separados y ni somos becarios. Pero bueno, esto sólo lo digo para cuando me preguntan en casa a dónde y con quién voy o salgo, o por salir con alguno de los “amigos” no puedo ir con los demás y explico los planes y también con quién voy. Por lo demás son todos amigos con los grados que cada uno quiera darle por sí mismo.
Sabía que un día tendría que escribir sobre mis “categorías de amigos”, aunque no estaba muy seguro porque no me gusta demasiado ni siquiera a mí, pero bueno, es todo de buen rollo. Menos pensaba hacerlo en el post de hoy, que va de otra cosa. Va de eso que decía al principio, de mis viajes fuera de Málaga. Como en muchas otras cosas, las malas experiencias suelen ocupar el recuerdo de las buenas y quedársenos más tiempo en la memoria, aunque al final suelen permanecer las buenas. Yo no he salido mucho de viaje, Córdoba, Sevilla, Granada, Cádiz (Jerez), Madrid y Gibraltar han sido los lugares a donde he ido. De Madrid, Sevilla y Gibraltar tengo buenos o muy buenos recuerdos, más que anda porque no pasó nada malo para estropearlos. De Granada recuerdo que una de las veces nos cayó una tromba de agua descomunal, pero al final no causó demasiado daño. Sin embargo del resto, aunque fueron igual de buenos viajes y lo pasé francamente bien con la gente con la que fui a cada uno de esos sitios, los recuerdos son peores, eso sí, casi todos una vez de vuelta en casa.
La causa fundamental fue que si resfriados, virus, gripes… A Jerez fui en 2005, para ver la prueba del Campeonato Mundial de Motociclismo que se disputada en el circuito de Jerez. Un sábado bueno y un domingo malo, provocado sobre todo por la incomodidad del Ford Focus de mi amigo Sergio (alguien te lo tenía que decir algún día tío: cuatro personas no duermen bien en tu coche… al menos los que dormimos atrás). El cansancio del viaje, la falta de costumbre y la mala noche hicieron que no descansase bien de tanta actividad y paseos y viajes y la mañana del domingo me diera un terrible, horrible, espeluznante dolor de espalda que me daban ganas de salirme del circuito, no ver la carrera y volverme al coche a descansar. Al final, tras pasar por una caseta de la Cruz Roja me dieron algo para pasar la mañana algo mejor, y así pude ver como Rossi ganó la carrera en recta de meta.
La cosa no quedó ahí: al volver, dejándome Sergio en la puerta misma de mi casa, subí y me tendí en el sofá para ver al menos la segunda parte del Madrid- Barcelona que se estaba jugando y que creo que quedaron 4-2. Me duché y mi madre me preparó un Cola-Cao calentito que no tardé más de 15 segundos en vomitar, siendo el comienzo de una semana entera de gripe o algo peor. Todo eso sin contar la quemadura en la nariz del solecito jerezano…
Sin duda, el peor fue un viaje que hice con el colegio, no recuerdo e curso, pero quizás fuera cuarto de EGB. El viaje Córdoba fue genial, al menos eso recuerdo, sus patios, sus calles… bueno, Córdoba: si la conocéis pues ya sabéis, y si no la conocéis, obligo ahora mismo a ir. El problema fue los meses siguiente a la vuelta. Acabó el curso normal, era junio y de repente me puse enfermo. Posiblemente ha sido el peor período de enfermedad que he tenido nunca. Fueron tres meses en cama, tomando pastillas y jarabes orales y por la nariz (puag!!). Malísimos recuerdos, aunque también recuerdo las visitas de amigos y familiares y estar todo el día en la cama de mis padres, con una máscara del Zorro que no sé porque la recuerdo… Fueron malos meses, también porque fueron los tres meses de verano, en los que no salí de casa casi para nada. Ahora recuerdo poco, casi todo de contar el que estuve un verano encamado en casita por un supuesto virus que debí coger en Córdoba, incubarlo, darle comida, agua, una vivienda digna (mi cuerpo) y luego joderme vivo.
En fin, ya veremos cómo vuelvo de Jaén, provincia en la que no he estado nunca. Espero que no traiga consecuencias virales, aunque por muchas que tenga, no se me quitarán las ganas de viajar a esos sitios a donde tengo tantas ganas de ir pronto (Barcelona, Vigo, Nueva York… vaya [relación de ciudades]).
Por cierto, estéis donde estéis este fin de semana, no os perdáis el sábado 3 de marzo por la noche el eclipse de Luna total que se podrá ver en toda España. Recomiendan prismáticos para verlo mejor.
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Frank Sinatra - It was a very good year
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