domingo, febrero 10, 2008

Monotonía

07.30 horas. Suena una vez, dos como mucho, la alarma de mi móvil y alargo el brazo hacia atrás para coger el teléfono y desactivarla. Vuelvo a mover el brazo y con el pulgar le doy al botón de encendido de la minicadena que tengo en el mueble como cabecero, y terminan de sonar las señales horarias. Carles Francino, normalmente, o Pedro Blanco cuando le sustituye, dan los buenos días y la noticia principal del día. Inmediatamente comienzan a dar otros titulares. Apenas escucho tres porque al encender la radio ya me incorporo, me levanto, enciendo el monitor de mi ordenador, y voy hacia la puerta de mi cuarto. antes de salir, cojo mi precioso y amado batín de cuadros.

Voy directo a la cocina, donde cojo la tostadora y la sandwichera, las coloco sobre la mesa de la cocina y el fregadero. Cojo dos rebanadas de pan de molde y las meto en la tostadora. Presiono el botón que marca cuatro minutos. Salgo de la cocina y voy al cuarto de baño. Orino, me lavo las manos y la cara, todo a cámara lenta. Salgo del baño y voy de nuevo a la cocina. Si no han saltado ya, las rebanadas lo harán en menos de 15 segundos. Abro el frigorífico y saco la mantequilla y el paquete de jamón cocido. Lo dispongo todo sobre la mesa del fregadero. Unto la mantequilla por las dos caras de ambas tostadas. Cojo dos cortes de jamón y lo pongo en la misma diagonal sobre el pan, de modo que al juntarlas el jamón queda en forma de cruz. Cojo las tostadas y las meto en la sandwichera, que cierro del todo.

Me voy hacia mi cuarto y abro el armario. Miro y cojo la ropa que me voy a poner y la pongo sobre la cama. Son unos dos minutos. Vuelvo a la cocina. Abro la sandwichera y, con el mismo cuchillo que unté la mantequilla saco el sandwich para no quemarme. Lo pongo sobre la mesa del fregadero y lo corto en diagonal. Cojo una de las mitades con la mano izquierda y me la voy comiendo mientras que con la derecha desenchufo la tostadora y la sandwichera y las meto en el mueble donde estaban. La misma mitad me da para guardar la mantequilla y el jamón en el frigorífico, del que saco también el tetra brick de leche. Cojo mi taza para el colacao y cojo el bote de nesquik y lo abro. Aún sigo con la misma mitad de sandwich. Cojo una cuchara del cajón y echo tres o cuatro cucharadas de nesquik en la taza. Luego echo la leche hasta casi el borde. Abro el microondas, cojo la taza y la meto dentro. Dos minutos y medio a mitad de potencia y micro cerrado. Ya he acabado la primera mitad del sandwich, por lo que cojo la otra y empiezo a comérmela. Guardo la leche en el frigorífico y el nesquik en su sitio, me apoyo en la encimera y termino de comerme el sandwich mientras veo girar la taza de colacao. Antes me quedaba mirando a mi perra, viendo cómo roncaba en su mantita, acurrucada en esta época del año. Aún miro hacia ese sitio. Suena el micro, saco el colacao, cojo la cuchara, lo muevo y me lo tomo. Dejo la taza, cojo un donut del frigorífico y me vuelvo a mi cuarto. El donut no suele llegar a mi cuarto, no es mucho camino, pero entra fácil.

En mi cuarto me siento en la cama o delante del ordenador y miro brevemente el 20 minutos. Suenan las noticias de SER Andalucía. Son las ocho menos cinco, aproximadamente. Me visto sin mucha prisa. Me vuelvo a poner el batín y regreso al baño. Me cepillo los dientes y me lavo las manos y la cara con más animo. Me peino y vuelvo a mi cuarto. Me quito el batín, me pongo los zapatos y pillo la chaqueta, las llaves de casa y del coche, la funda de las gafas, la cartera y un paquete de klinex. Apago el monitor, cuando no el PC entero, salgo del cuarto y de mi casa. Cojo el ascensor, voy hacia mi coche, arranco y me voy hacia Rincón de la Victoria por el paseo marítimo de Málaga.

Hacer esto cada día tiene sus ventajas e inconvenientes. La ventaja mayor es haces todo esto y no piensas en nada, que dadas las horas y el sueño, se agradece. Además, me sirve para pensar en que ya es un día menos y que me quedan cuatro, tres, dos o una vez más esta semana: prácticamente cuando me levanto, ya pienso en el día siguiente.

La desventaja mayor es que te saltes un paso, y me ha pasado más de una vez. Desde meter el bote de nesquick en el microondas, coger el brick de leche antes que la tostadora y la sandwichera o comerme el donut antes, hacen rpesagiar que voy a salir distraido de casa. Eso cuando no tengo la mañana de manos tontas donde se me cae todo, incluyendo las tostadas por el lado de la mantequilla.


Mañana es lunes, otra vez, volveré a hacer lo mismo de cada día en el mismo orden y luego haré algo parecido al post Sunrise. Lástima que se acabaron los amaneceres: ahora el sol simplemente molesta en la cara.

2 comentarios:

Pablo J. Rivera dijo...

Gran post...y foto

Anónimo dijo...

Tio todo eso del desayuno me parece de maravilla.pero me puedes explicar para que coño metes las tostadas una vez hechas en la sandwichera,ahorrarias tiempo metiendo las dos rebanadas de pan con el jamon y la mantequilla directamente,y asi tendrias 30 segundos mas de tu ajetreada vida.A no que asi tendrias algo mejor que hacer,antes que esperar tu muerte.Jejejeje.