martes, febrero 05, 2008

Por hablar

Soy una persona de principios particulares. Me gusta ser lo más objetivo que puedo llegar a ser y analizar las cosas alejándome mentalmente de ellas para valorar si son más o menos justas, razonables y objetivas, dentro de mi subjetividad natural. Este criterio no me cuesta mucho utilizarlo, es una forma de ser más que un ejercicio de ponerse a ser objetivos. Lo practico mucho con el mundo de las leyes y las sanciones [en este punto, mínimo una persona ya sabe a qué viene este post. Si es así y se reconoce, que lo diga en los comentarios], donde suelo defender la iguald ante la ley para todos por muy dispares que sean los delitos que hayan cometido: si la ley indica una sanción hay que cumplirla aunque ésta parezca pequeña y se mereciera una mayor, o parezca injusto sancionar dos comportamietos con penas similares siendo en la práctica muy dispares.

Por ejemplo, no suelo llevarme mucho las manos a la cabeza cuando se ve en televisión y la prensa que una persona va a salir de prisión tras haber cumplido su pena por un delito de sangre o del estilo. Es la ley, ha cumplido y nuestro código penal está pensado en la reinserción de los culpables. Si no nos parece bien, en vez quejarnos al juez que aplica la sentencia y las penas (muchas interpretables y a veces mal interpretadas), quejémonos de las leyes y presionemos para que se cambien. Además, parto de la opinión personal que pasar 15-20 años en prisión debe ser un castigo comprable con muy pocas cosas, excluyendo, por supuesto, el dolor y la pena de quien haya podido perder a un ser querido a manos del culpable.

En cierto modo, a veces hago de abogado del diablo no porque me guste defenderlo, sino porque me gusta poner sobre la mesa cuantas más perspectivas y posibles opiniones y valoraciones de un mismo asunto para poder comprenderlo algo mejor. Esto me ha llevado a veces a que la gente crea que pueda defender ciertas conductas o no me manifieste cómo se supone que debería hacerlo, con indigación y/o enfado, no; simplemente tiendo a no reducir los hechos a la primera impresión y menos aún cuando ésta es usada de forma sensacionalista. Es más, no suelo mojarme mucho en muchos asuntos y suelo dejar mis pensamientos en un amplio "depende de por dónde se mire y quién lo mire" para decir si algo es justo, está bien hecho o debería ser de una forma u otra.

No sé si me explico bien, es que hoy estoy algo espeso. Esta noche he dormido poco y mal y lo peor de todo que no sé por qué es. A veces te ocurre que duermes mal, despertándote muchísimas veces durante la noche, pero normalmente suele tener un motivo para ello: un examen, una entrevista de trabajo, tu primer día en algún sitio nuevo... Pero hoy no, era un día normal de trabajo donde lo más destacado era que iba a quedar con un par de amigos de la facultad, como así ha sido. Dándole vueltas posiblemente pueda llegar al motivo de mi mal dormida de esta noche, aunque al mismo tiempo dudo que ese mismo tema me perturbe una noche concreta y no tantas otras que, perfectamente, podría haberme turbado.

Dejando un poco de lado mis malas dormidas [seguro que existe una forma de decirlo más correcta], retomo el tema del post. Esta tarde-noche me han puesto una multa de aparcamiento, la segunda que me ponen en mis cuasi cuatro años de carne de conducir. Además del disgusto, ha sido un momento genuino de "por hablar", pues mientras nos dirigíamos al coche iba contándole yo a mis amigos lo maravillo que soy como conductor que en cuatro años sólo he tenido una multa de aparcamiento y ningún percance. Evidentemente cuando uno oye a otro ponerse así de vacileta, suele decir algo así como "verás que te han puesto una" o "no tientes" o algo así. Y el Sr. Colina, como diría el Barbas lo ha dicho. Y hecho. Multa de aparcamiento por estacionar en una zona de subida y bajada de viajeros. Uff

Me han puesto la multa por estacionar en un sitio no habilitado para ello, vale, de acuerdo. Pero también vale que he aparcado ahí muchas otras ocasiones durante horas y no ha pasado nada, argumento mio éste que también puedo criticar diciendo eso de porque no me hayan pillado antes no significa que no esté mal o sea permitido. Por tanto, estoy molesto con la multa, pero no puedo decir que no sea justa, por lo que no puedo hacer más que lamentar de que esta vez sí me hayan pillado y que trataré a partir de ahora ir al lugar concreto en tren, que aparcar en otro lado de la zona es casi imposible. Aunque ya les vale, colega...

Bueno, pues así que me han puesto la multa que, según el artículo 13 de la Ordenanza Municipal de Circulación del Ayuntamiento de Málaga, correspondería a 60 euros a pagar (página 39 del PDF). Agradezco de antemano todas aquellas muestras de cariño y condolencias que podáis ofrecerme tanto los que comentéis como los que no, pero recuerdo que con cariño y condolencias no se paga una multa, así que acepto de buen grado cualquier invitación a comer, a cenar algo, al cine o a tomar algo en cualquier momento, y que me permita ahorrar poquito a poco, que el sueldo de enero ya lo tengo gastado y aún no lo he cobrado.

PD: Esta noche iba a postear simplemente con entradas del año pasado por fechas anteriores, pero ya lo dejo para mañana.

Vídeo: David Bravo hablando en Noche Sin Tregua que presenta "el avioncitos" de lo fácil que es culpabilizar a Internet (o Interneeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeet, vienes a por mí?!) cuando se produce un suceso como, por ejemplo, el del Canibal de Rotemburgo. Casi 10 mniutos de vídeo Youtube que no tienen desperdicio.



3 comentarios:

Sergio dijo...

vaya nen... ya es mala suerte xD yo no te puedo pagar la multa, o sea ke para cuando subas pa bcn alguna vez te invito a comer. jejejejjejejeje

nos vemos nen!

Sr. Calavera dijo...

Testigo fuí del desgraciado evento. Tio, deberías empezar a decir que a ti nunca te ha tocado la lotería, ni la quiniela...a ver que pasa.

Y mira que te lo dije...aunque insistir no insistí mucho xD

En fin, mientras no te quiten puntos, el dinero se recupera...al menos no se llevo el coche la grua.

Para la próxima, seguro que te tienta venir en Bus.

Un saludo!

Pablo J. Rivera dijo...

Se puede decir que eres un convicto?