miércoles, enero 24, 2007

Pa'berse matao

En mi visita diaria a Microsiervos, pinché ayer en un enlace que hablaba sobre la maldición del número 53 en Italia. Era en esa gran sección de “En Microsiervos, hace un año, dos, tres…”. En el post que escribían hablaban de que en Italia llevaban 177 semanas consecutivas (enero de 2005) sin que saliera el número 53 en la lotería, lo que había causado que muchas personas se hubieran arruinado e incluso suicidado al creer que ya era hora de que tocase y haber apostado todos sus ahorros a ese número que, como digo, finalmente no salió.

El primer comentario al post decía esto: Ya sé que decir esto es una burrada pero bueno: "Un ejemplo más de la selección natural en marcha", en referencia a aquellos que se han 'quitado de en medio' por una tontería como apostar todo a la lotería, incluyendo tragedias como la del hombre que arruinado, antes de suicidarse, mató a su mujer e hijo. El comentario no estaba ni firmado, da cosa decir algo así, aunque sea relativamente cierto. Varios comentarios más abajo, el propio autor del post, Alvy, hablaba de los ‘Premios Darwin’, aquellos que “se otorgan a aquellas personas que mejoran la herencia genérica de la humanidad muriendo accidentalmente de formas realmente estúpidas.”

A partir de aquí no pude evitar buscar más sobre estos premios. Un primer vistazo en Google era más que suficiente para saber que ésos premios eran diferentes a todos los demás. Más explicaciones de lo que son estos Premios:

“Los Premios Darwin se conceden anualmente a aquella persona o grupos de personas que, al morir de una forma realmente estúpida, han librado de sus genes a la especie humana y han asegurado que la siguiente generación sea un poco más avispada. Dada la naturaleza del premio, no es de extrañar que normalmente se conceda de forma póstuma.”

O

“Celebramos el perfeccionamiento del genoma humano honrando a aquellos que accidentalmente se eliminan a sí mismos, contribuyendo a que la próxima generación sea algo menos idiota. Evidentemente, este premio se concede a título póstumo”.


En muchas páginas hablan de los nominados de varios años y de algunos de los ganadores de estos premios, además, por supuesto, de la web oficial de los ‘Darwin Awars’. Entre los casos más increíbles que he leído están estos:

- Ésta es una historia de un tipo que estaba un poco abatido por una reciente pelea con una novia y decidió que necesitaba un poco de aire fresco para aclarar su cabeza. Pensó en subir a una torre (de alta tensión). Procedió a escalar una torre y antes de llegar a su torre, decidió detenerse para comprar un pack de 6 botellas que le ayudara a despejar sus pensamientos.
Así que nuestro candidato al Premio Darwin se sentó 20m por encima de la carretera, bebiendo su cerveza, consolando su dañado ego. Nuestro amigo llevaba 5 cervezas cuando se dio cuenta de que necesitaba un servicio de caballeros. Había un largo camino de bajada, así que se bajó la cremallera y decidió hacer sus necesidades hacia fuera de la torre. La electricidad es una cosa divertida. No necesitas tocar un cable para electrocutarte. En estas líneas de 115,000 voltios, dependiendo de las condiciones, se puede estar a una distancia de 15cm y aun así resultar electrocutado. Pues, nuestro amigo procedió a orinar cerca del conductor (cable) cuando la corriente formó un arco con su "chorro" (el agua salada es un excelente conductor de la electricidad) alcanzó sus partes pudendas y le arrojó fuera de la torre.
Los tipos de mi trabajo tuvieron un corte momentáneo en esta línea y enviaron a unos operarios para que comprobaran si había alguna avería. Cuando nuestros chicos llegaron al escenario del accidente, encontraron a una persona muy muerta, con la cremallera bajada, qué tenía sus partes pudendas humeando y una única cerveza encima de la torre.

Y éste:

- Dos estudiantes universitarios de Houston fueron arrollados por un tren el 28 de marzo de 1997. Habían puesto monedas en la vía del ferrocarril para verlas despachurrase en una forma alargada. Después de colocar las monedas en la vía, se alejaron para ver desde una "distancia segura" como llegaba el tren. Desgraciadamente, se alejaron y esperaron sobre otro juego de vías en el que llegaba otro tren desde la dirección contraria. La policía encontró sus alargadas formas más tarde.


Con aaansia busqué a ver si había alguien que tuviera recopiladas todas estas historias de los ‘Premios Darwin’, y así es. Wendy Northcutt tiene cuatro libros sobre estos premios, aunque sólo los dos primeros volúmenes (I y II) han sido traducidos al castellano. Evidentemente, ya los he encargado: es imposible no comprar un libro en cuya reseña dice cosas como “lea el caso del terrorista distraído que abre una carta bomba que le ha sido devuelta por franqueo insuficiente.




1 comentario:

Pablo J. Rivera dijo...

Muy buen post!

Siempre quise ganar un premio, pero no estoy seguro que quiera ganar éste...