Recuerdo un día en clase de francés en bachiller que la profesora nos dijo que no pudo ir a un concierto de no sé quién porque “estaba en la cama con cuarenta”. La malinterpretación corrió como la pólvora al instante causando risas de todos los alumnos y la primera incomprensión de la profesora hasta que pensó mal como los demás y se dio cuenta de lo que podría haber insinuado. Cosas de la gripe: hacen que seas mentalmente algo más lento y tardes más en pillar las cosas. Yo anoche no estuve con cuarenta en la cama, sino con 300 en el cine. Sí amigos… ya vi ‘300’. Que qué tal? Pues no está mal… “Ve a verla”, les digo a los siete amigos que me han abierto ventana de conversación de Messenger. No les cuento mucho de ella.
Sí voy a hablar de mi relación con ‘300’ desde aquél lejanos mes de septiembre o puede que octubre de 2006, cuando mi amigo Miki me pasó el primer tráiler de una película que “parecía que iba a estar bien”. Estaba en inglés y era la caña. Ya decía aquello de “Spartans, tonight we dine in hell!”. Una música, unas imágenes… una adaptación de otro comic de Frank Miller.
Ya he dicho que nunca he leído un comic de Frank Miller, pero viendo las imágenes tenía pinta de ser del estilo de Sin City, y eso ya me daba ganas de verla. En varios sitios me informé del argumento de la película y posteriormente de la historia “verdadera” (véase leyenda/mito): la batalla de las Termópilas, persas, griegos, Jerjes, espartanos, trescientos, varios miles de persas…
Era una película de una batalla en la que se sabía quién ganaba, como en Star Wars, La venganza de los Sith, donde se sabía de antemano que la guerra de las galaxias la ganarían los malos, puesto que la Trilogía original empezaba en la esperanza puesta en un chico que devolviera la paz y el bien al universo. Pero no importa que sepamos quién gana, ocurre con todas las adaptaciones de libros e historias. Fuera como fuese, me enganchó al instante, aunque quedasen tantos meses para su estreno. La verdad que desde que vi el tráiler de ‘V de Vendetta’, pocas veces había tenido tantas ganas de ver una película hasta su estreno. Me encanta ‘V…’.
Siguiendo los lanzamientos de cada uno de los demás tráiler a través de YouTube, la expectación crecía y las ganas de verla, ni os cuento. Sin embargo, el espaldarazo definitivo fue algo que ya mencioné en un post hace poco: la canción del grupo británico Muse, Invincible. Cada vez que la escuchaba no podía dejar de recordar las imágenes del tráiler y quería hacer ese
videoclip que dije que voy a hacer.
Pasaban los meses y en el cine veía películas bastante malas, algunas realmente muy malas, otras lamentables (pequeño pero matón, epic movie, aunque otras estaban muy bien y compensaban algo (pero no el bolsillo). Con diferentes noticias sobre la película y las reacciones que iba creando según se descubrían detalles de la película, daban más emoción y menos paciencia. Una de las mejroes noticias fue cuando me enteré que la película se estrenaba en España una semana antes de lo que se dijo al principio. Siete días no son tantos, pero para mí sí. Con Cazorla y el gran recuerdo de ese fin de semana se iban casi 10 días de marzo sin enterarme. No quedaba nada. El día 23…
Dos semanas antes inicio mi particular promoción de la película. Como Nick en el MSN, al lado de mi nombre, la frase: “Spartans – Tonight – we dine - in hell!” y subnick varios como “- The thousand nations of the Persian Empire descend upon you. Our arrows will blot out the sun.-
- Then we will fight in the shade.-“; "A new age has come, an age of freedom. And all will know that 300 Spartans gave their last breath to defend it”; o “This is Where We fight! This is where THEY die!”. Además del cambio en la melodía del móvil. Qué ganas.
A falta de una semana ya he hecho los planes del sábado 24. Antes, el jueves 15 me manda un SMS un amigo diciéndome “vas al preestreno de 300? Yo sí!!” Que malaje eres,
Barbas.. . Sábado 17, ya tenemos plan para el próximo sábado. Ver 300 a la 8 de la tarde, cenar e ir a una fiesta house donde pincha un amigo. No vamos a verla el viernes mismo del estreno porque un amigo del grupo no podría verla. Cinco o seis meses esperando, un día más no pasa nada; pero sólo uno.
Sábado 24, “hoy veo 300, por fin”. Al mediodía voy con Miki a comprar las entradas para la sesión de las 8. Ya tengo las entradas. Almuerzo,
procrastino en Internet y a eso de las 6 comienzo a prepararme. Mientras me ducho me surge un pensamiento sobre 300 y yo. “Menuda manía he cogido con la película. No he leído nunca un comic Frank Miller, es más, no lo conocía hasta la película de Sin City. Conocía un poco la batalla de las Termópilas, pero no es mi libro de cabecera. Me encanta la historia griega, pero por encima, no soy un experto ni mucho menos.” El resultado de este auto psicoanálisis es evidente: no soy psicoanalista y no soy una persona mentalmente muy normal, que se diga. Ni mejor ni peor que nadie; sólo particular, como todo el mundo. Es igual, en una hora voy a estar viendo 300.
Llegamos al cine justitos para las 8, aunque con los tráilers de otras películas hay tiempo de sobra. Fila 12, butacas 1, 2, 3, 4 y 6. “Centraditas”, como le dijimos a la chica de la taquilla. Nuevo tráiler de Spiderman 3, centrado en el simbionte. Otra película que veremos sin duda. Avisos en pantalla de no grabar la película y de chivarse si ves a alguien haciéndolo. Qué bonito... Empieza 300…. Veinte minutos después me doy cuenta que estoy viendo 300, wow.
Sinceramente, la película me encantó, muchísimo. Pero no la disfruté tanto como esperaba. Demasiadas expectativas o demasiada ansia por verla o una mezcla de ambas cosas. Pasan las horas y me parece lejano, como si no la hubiera visto, aunque la recuerdo completamente. Aún así, es igual, ya tenía pensado volver a verla en español y luego en versión original. “Our arrows will blot out the sun. - Then we will fight in the shade.-". Mencanta.
PD: El comentario de la película lo haré cuando la vuelva a ver esas dos veces. Hasta os dejo en paz con 300, aunque deberíais ir a verla.