miércoles, enero 02, 2008

Años cotidianos

Si hay algo que no me gusta de los primeros días de enero es esa sensación a nuevo, de vuelta a empezar de todo, una sensación de como si todo lo que hubieras hecho en el año ya no valiera y se tuviera que volver a iniciarlas. Es sólo una sensación, por supuesto, pero la odio. Es igual que cuando va acabándose el año, que se siente una especie de vértigo y de cómo se acerca el final de no se sabe qué, porque al final ni acabamos nada ni empezamos nada nuevo de verdad.
Sinceramente la Nochevieja pasada fue extraña. Me embargó [palabra que sólo sirve para sentimientos profundos y para la Agencia Tributaria] una sensación de... hastío, quizás, y de ver todo como "una vez más, lo mismo de cada año". El mismo telediario de Antena 3, las mismas noticias de fin de año y los preparativos con las uvas, campanadas, fiestas..., el mismo inicio de año en Australia, los mismos programas grabados de resúmenes, la misma preparación de tu propia cena en casa, lo mismo de arreglarse y vestirse y hacer de la noche una noche distinta al resto, el mismo especial de fin de año de Cruz y Raya pero sin Raya y que no vi, por supuesto; el mismo "no hay nada en televisión de provecho" y al final se ve algo que uno no quiere, como este año ha sido el caso del inútil programa de 'Al pie de la letra' y del que haré la reseña ahora*; el mismo preparativo del champán y las uvas que tampoco tomo; la misma explicación de Ramón García en A3 de la campanadas, las mismas campanadas y el mismo Feliz Año Nuevo. El mismo brindis con la familia, los mismos saludos, besos y abrazos entre nosotros y... ya está, luego se sale casi si se saliera cualquier otro día del año, pero todo el mundo y más arreglado si cabe, aunque yo me puse algo normalito. Bueno, este año faltaron los ladrinos y los botes de mi perra, medio nerviosa, cuando celebramos la entrada del año nuevo.

Respecto a la salida con los amigos, genial, como casi siempre. Nos lo pasamos todos muy bien aunque sólo estuviéramos en la calle, para qué queremos más. Para qué vamos a pagar por estar en un sitio agobiaos de gente y sin poder moverse. Nosotros nos bastamos y nos lo pasamos muy bien. Pero, la verdad, "no fue como las playas de Bolonia", es decir, no fue para tanto, seguro que por la 'mala' costumbre de la nochevieja pasada que no se ha podido repetir. Pero bueno, queda todo un año por delante y esto no ha hecho nada más que comenzar.... vaya, ya me contagié de eso de comenzar algo cuando simplemente seguimos con lo mismo.

*Sobre el programa 'Al pie de la letra', yo me pregunto: qué merito tiene saberse una canción que si te la sabes es porque te gusta y no porque la has estudiado? Es demasiado premio ganar algo simplemente porque te gusta ciertas cosas... es exagerado. Si el programa fuera de formulaciones y leyes científicas, vale, genial: que los concursantes adivinaran el final de principios matemáticos y demostraran que lo saben.
- La energía ni se crea ni se destruye, sólo...
- Hipotenusa es igual al...

1 comentario:

Sergio dijo...

weno nen, te entiendo la verdad, yo tb he comenzado el año paxim paxam, laboralmente hablando, por lo demas mu bien... pero la nochevieja, con los preparativos y con el cruz, sin raya... igual ke la tuya xD

en fin nen, nos vemos!