martes, enero 15, 2008

Relato corto: locos

-¿Por qué lo hiciste?. No te ofendas pero... a mi parecer fue un poco desastre, quizá no al principio pero, ahora... ¿qué pretendías?

-Ni yo mismo lo sé.

-A veces pienso en ello, se te veía tan ilusionado cuando empezaste con esto... Debe ser duro ver tu sueño hecho trizas, todo tu esfuerzo, tu trabajo. Con sinceridad, ¿te arrepientes?

-Eso nunca. Y sé que quizá parezca extraño pero, incluso con tan catastrófico resultado, mi proyecto me sirvió para aprender algo

-¡Vaya!, me sorprende.

-Dime, amigo: ¿qué causa en ti tanta sorpresa?

-¡Tú los creaste!, les diste la vida, y hoy por hoy apenas algo más de la mitad te son fieles. Dudan, dudan y dudan, como si temiesen creer en algo en lo que resulte difícil creer, y se olvidan de ti, cuando es gracias a ti que respiran, ríen, aman... No llego a comprender qué pueden haberte enseñado, cuando tú lo has dado todo por ellos, y nunca supieron apreciarlo.

-Pareces muy seguro de lo que dices pero... quizá no lo hice tan bien.

-Tonterías.

-¡Míralos!, ¡no son felices!. Lo tienen todo y no lo ven, sueñan con cosas inalcanzables los unos, y los otros, que tienen éstas en sus manos, sueñan con otras que se les escapan. Sólo ven el error en el ojo ajeno, son egoístas y se envidian los unos a los otros.

-Cierto, y nunca lo entenderé.

-Es más, todos y cada uno tienen una pequeña razón, al menos, para sonreír, por pequeña que sea. Y a veces la olvidan y lloran, se sienten tristes... incluso llegando a buscar la salida fácil.

-Sé a lo que te refieres, ¡qué necios son!

-¿Verdad?. No hacen sino sembrar el mal, con guerras, torturas... Algunos se creen superiores y someten al resto, como si de seres inferiores se tratase. Violan, roban, se matan entre ellos...

-Locos...

-No, amigo, loco yo. Culpa mía la de hacerles nacer condenados.

-¿Condenados?, no entiendo.

-Condenados, sí, condenados a ser libres, a poder elegir qué hacer y cuándo hacerlo, ahí está la clave de su egoísmo y desprecio por el resto. Condenados a tener esperanza, a soñar... Es por eso que son víctimas de su propia libertad.

-Pero... tú dijiste que la clave era eso, la libertad, que les haría diferentes, mejores.

-Me equivocaba.

-Resulta tan extraño...

-Lo sé, pero piénsalo.


Leído, releído y admirado en

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mola. Para que decir más. (Es que tengo algo de prisa)

Anónimo dijo...

¿Anónimo yo ? ¡Maldita sea !