"Era la chimenea de Mónica, la playa de Mónica, el sitio de Mónica..." dice Mónica Vallejo, la Mónica. Yo Añado que es la Chimenea Mónica y la playa Mónica. En realidad yo la llamo 'Torre Mónica', como muchas más gente, aunque otros la llamen chimenea. Y siempre será Torre Mónica para algunas generaciones de esta ciudad que hemos quedado allí, hemos hablado de ella, hemos estado dentro echando un vistazo y mareándonos con su altura, y hemos estado en su playa con su arena (arena criticada por muchos y que y yo no la veo tan mala...) bañándonos en el agua con ella a modo de faro. Es Torre Mónica.
Ahora el ayuntamiento de Málaga ha iniciado las obras de restauración de la torre, que por desgracia y con toda seguridad, dejará de llamarse Mónica "oficiosamente", aunque nosotros la recordaremos así siempre. Una pena, más allá de la historia de amor que hay tras ella y con la que se ha especulado y fantaseado tanto tiempo. En estos momentos, la chimenea está hasta arriba de andamios, incluso éstos sorbepasan su actual altura de, al parecer, 60 metros. Y digo actual porque ahora sé que la torre tuvo en su origen 104 metros y es esa altura la que quieren recueprar. También he sabido hoy, surfeando por las webs, que hace unos años le quitaron unos cinco metros de altura porque estaban inclinados y había posibilidad de un desprendimiento severo.
Ya en esa obra estaban pintadas las letras que formaban el nombre, de arriba a abajo. No es seguro y puede que ni posible, pero creo que en esa obra se retintaron las letras... Es Torre Mónica.
Eso es lo que deberían hacer aprovechando que están allí, darle una manita de pintura a las letras y que vuelva a lucir Mónica desde lejos, tan lejos como desde mi casa de Santa Paula podía ver hace unos once años (y lleva escrito catorce). Pero no lo harán y se entiende si el objetivo final es el de devovler a la chimenea el estado que tenía originariamente, a finales del siglo XIX, cuando Málaga era la primera potencia industrial de España (otra historia que deberían conocer los malagueños).
Pronto diremos adiós a Torre Mónica, aunque seguiremos iremos a su playa, yendo a los chiringuitos de alrededor, usándola de referencia para quedar con alguien o haciendo una moraga en la playa, como la del pasado fin de semana, madrugada del 1 al 2 de junio. Una buena moraga, sin duda, pero como me viene pasando últimamente con otras salidas, se me quedan incompletas por algo que saben algunos, que otros me gustaría que supieran y que a otros me gustaría decírselo. Ea, ya me me he puesto místico, y encima por escrito...
sábado, junio 09, 2007
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